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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XIX (1830-1832).djvu/504

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498 CÁMARA DE SENADORES

que de lo contrario, jamás podrían responder por la gran responsabilidad de mantener la seguridad pública i tranquilidad de la Nacion. Me he estendido mas de lo necesario en mi defensa porque mi deseo es satisfacer a todos mis conciudadanos, i hacerles ver que de las interpretaciones de leyes claras i terminantes pueden resultarles males, iguales o mayores que los que sufre el ex-Presidente que habla. Este, solo ha podido ser acusado injustamente por un artículo de la Constitucion, que no ha quebrantado; pero son tantas las infracciones que se le atribuyen, como pueden verse en la acusacion formalizada por la Cámara de Diputados, en que también se le acusa por Omnipotente, por querer ser Rei, por ridículo í malicioso farsante, por apoyarse en antiguas leyes, a pesar de los repetidos i bien fundados reclamos de las Cámaras de Justicia; por no haber permitido que se ocurriese a la Corte Marcial, i por tantos motivos contenidos en dicha acusacion, que quieren que sean otros tantos artículos cuarenta i siete de nuestro Código Político.

El ex-Presidente hubiera querido tener el honor que se le dispensó ahora un año i medio por el Gobierno de la República, ante quien se le denunció, delató, o acusó de malversacion, u ocultacion de una cantidad considerable de pesos, i con tanta justicia fué hecha esta delacion, que habia documentos justificativos para el cargo en la Tesorería de Coquimbo, i ninguno de descargo, ni en aquella, ni en esta, ni en otra Tesorería. Pobre ex-Presidente, si el asunto pasa a voto consultivo, por el cual está seguro el dicho ex-Presidente que se le habria acusado ante la Cámara de Diputados como infractor del artículo 47, i se hubiera visto sumido en un laberinto mayor que el presente, porque si en éste le reputan por asesino, en aquél le juzgarían como a ladrón; pero gracias a Dios, una providencia sabia del Gobierno hizo apremiar al Ministro de Hacienda, por todo rigor de justicia, para que pusiese aquel dinero en arcas o diese razón de él. Efectivamente, fué el ex-Ministro Prado con los justificativos documentos ante el Gobierno, quien quedó satisfecho en vista de ellos, i acreditado el ex-Presidente i el ex Ministro. Ojalá en nuestro caso se hubiese hecho lo mismo, que no hubiera habido tal escándalo, en el que todo el interés de la parte acusante i de su patrocinante no es otro que una especulación sobre los fondos de un ciudadano honrado, i que éste le pague un montepío de jeneral, mayor que el que se le paga a los huérfanos de su finado hermano el jeneral Mackenna, que dió tantos dias de gloria a la Patria.

También hubiera querido el ex-Presidente que sus paisanos que le persiguen, hubiesen tenido la jenerosidad gratuita que tuvo el jeneral español Osorio en un asunto de acusación de mucha mas trascendencia que el presente. Don N. Sponda se presentó ante aquel Presidente pidiendo se le diese una indemnizacion de los bienes de algunos ¡nsurjentes que cooperaron a la vapulacion que sufrió en esta plaza mayor, i nada menos pedia que treinta o cuarenta mil pesos. El jeneral Osorio le respondió de este modo: "Si a Ud. le han azotado porque le tomaron haciendo una bandera real para esperarme, ha escapado Ud. mui bien, i yo le aseguro que si hoi mismo tomara algún insurjente haciendo una bandera de la Patria, le colgaría sin demora en el medio de la Plaza". Con esto le despidió, dándole un empleo en la Aduana en premio de la fidelidad al partido realista.

Por todo lo espuesto, el ex-Presidente espera de la gran Cámara de Justicia declare injusta la acusacion que se le ha hecho; í que su fallo repare el honor de un patriota honrado, cuya vida pública i privada ha sido tan notoria, como los importantes i desinteresados servicios que ha prestado a favor de la independencia i libertad de la Patria, aun desde antes del dieziocho de Setiembre de 1810. —Francisco Ramon de Vicuña.



Núm. 602 [1]


Defensa i vindicacion del ex-Presidente don Francisco R. Vicuña en la acusacion que se le ha hecho ante la Cámara de Diputados por la ejecucion del teniente don Pedro Rojas.

(Si ningún delito pudiera quedar impune i ninguna maldad pudiera tener suceso, apenas puede concebirse que quedase algo que hacer para llevar al bien, i hacer feliz a una sociedad. —Destutt de Tracy, fol. 426.)

El ciudadano Francisco R. Vicuña ha sido acusado como ex-Presidente de la República ante la Cámara de Diputados por doña Margarita Fernández viuda del teniente don Pedro Rojas, que fué ejecutado por sentencia pronunciada por un consejo de guerra de oficiales jenerales, por delitos de sedición ejecutada. La acusacion se apoya en haber confirmado la sentencia el ex-Presidente, negándole la apelación a la Corte Marcial, i quebrantando el artículo 85 de la Constitucion, a pesar de los repetidos i bien fundados reclamos que de común acuerdo le dírijíeron la Iltma. Corte de Apelaciones i la Suprema de Justicia para entrarle en sus deberes, etc.

La Cámara de Diputados declaró haber lugar a formacion de causa i remitió los antecedentes a la de Senadores el dia 10 de Agosto de 1832. No satisfecha con su declaracion, que formalizada con la esposicion i demás documentos pre


  1. Este documento ha sido trascrito de un ejemplar de la Biblioteca Nacional, ejemplar que se encuentra en el tomo 25 de Papeles sueltos. —(Nota del Recopilador.)