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SESION DE 13 DE SETIEMBRE DE 1825 361
  1. rector que no suspenda los preparativos de la apertura i pedirle los documentos que acrediten la próxima incorporacion en el Congreso de los diputados de Concepcion i Coquimbo. (Anexo núm. 457. V. sesion del 14.)

ACTA[1]

Se abrió con 16 diputados. Leida el acta de la anterior, número 2, quedó aprobada.

Se leyó el acta de elecciones de la ciudad de Rancagua; fué aprobada.

El señor Presidente. —Hoi debe tratarse del nombramiento de redactor. ¿A quién quieren ustedes, señores, que se nombre para este cargo?

El señor Ovalle, don José Tomás. —Podria tratarse ahora si el redactor debe ser el secretario, si ha de ser uno o dos, el secretario; ya que no hai cosa urjente ahora podra tratarse de esto.

El señor Infante. —Me parece lo mas conveniente que hubiese un secretario i un redactor, i que mutuamente se auxiliasen. El redactor, de necesidad, debe concurrir a las sesiones, para que si hai una inexactitud en los taquígrafos, la pueda suplir. El auxilio que el redactor puede prestar al secretario es mui corto, porque será únicamente miéntras dura la sesion, para llevar los votos; pero siempre se necesita de ambos; i si se enfermase uno de ellos, el cargo de secretario lo podria desempeñar interinamente el oficial mayor; i yo creo que seria mejor nombrar uno i otro fuera del Cuerpo, porque el cargo de diputado es pesado i no se puede recargar con dos empeños tan graves a un solo individuo[2]. He oido tocar sobre el sujeto en que debe caer la redaccion. Señor, es necesario que consideremos que es preciso ir actuando jóvenes chilenos; éstos son los que deben permanecer en el país, i la aptitud que adquieran será útil miéntras ellos vivan; en fin, notamos que el país está degradado porque no hai escritores, i esto viene de que no se les ha llamado a estos empleos, que ofrecen al que los ocupa una escuela, sino que regularmente caen estos cargos en estranjeros. No digo por esto que se les desatienda si son de mérito; pero en igualdad de aptitudes deben preferirse los naturales del país. Entre los abogados, que hai en ejercicio, tenemos varios de talento i de juiciosidad, a quienes la Sala podia invitar para que se hagan cargos de estos destinos. Uno, don José Tadeo Mancheño, es acreditado por sus luces i talento; si este individuo se escusase por estar recargado de asuntos graves, hai otro señor Concha, que he observado que desempeña mui bien la abogacía. De los últimamente recibidos, yo he ocurrido a examinar como individuo de la Corte de Apelaciones, para ser recibido de abogado a un don Rafael Valdivieso. Este jóven es mui juicioso i de talento; i este cargo en nada se implica con la proteccion de menores que ejerce. Si se echase mano de alguno de estos abogados, me parece que, con asignarles cien pesos mensuales, quedarian mui contentes, porque si es don Rafael Valdivieso, su defensoría de menores no le dará tantos; así que desempeñará con gusto este cargo; i el país lograría jóvenes instruidos que puedan desempeñar los cargos públicos; i en fin, puestos en el ejercicio de este empleo manifestarán sus luces, sus virtudes i aptitud para su desempeño. Yo pongo esto en consideracion de la Sala, porque no es negocio de tan poca importancia, i para que acertemos en nombrar un buen redactor i secietario.

El señor Eyzaguirre, don Domingo. —Convengo en todo lo que dice el señor Infante. Quisiera sí que se nombre un suplente, como uno de esos colejiales que se han examinado de retórica; i quisiera que se le añadiera uno por via de meritorio, para que en lo sucesivo tuviésemos jóvenes que nos pudiesen dar aire.

El señor Presidente. —Si fuera suficiente que uno de los secretarios diese abasto a todas las ocupaciones, podria nombrarse como segundo secretario al señor oficial mayor, atendiendo a los méritos que ha contraido.

El señor Infante. —Por eso he dicho que el redactor le preste algun auxilio al secretario. He espuesto rambien que el oficial mayor ha adquirido bastante aptitud; i yo lo hubiera propuesto para la Secretaría; pero, al ver que no tiene el ejercicio de abogado, no me he determinado a ello, porque no hai duda que esta profesion da mucha espedicion para los negocios.

El señor Ovalle, don José Antonio. —Creo que las discusiones de la Sala son espinosísimas, i los cargos de redactor i secretario deben recaer en sujetos de la misma Sala. El interes en los negocios, el silencio que ellos demandan, todo esto parece lo exije; o al ménos que recayesen en sujetos de formalidad i respeto, los que me parece se presentarian en la Sala, de eses mismos que tienen destinos afuera, i esto ahorraría al Erario el sueldo de un redactor, i al mismo tiempo serian mas útiles. Yo creo que no necesita de prueba; en caso que quieran manos auxiliares, llamen a esos señores como mentantes. No confiemos, señor, los grandes negocios a hombres que principian, ni creo que son las circunstancias para instruir jóvenes.

El señor Infante. —Se ha indicado que es de gran trabajo la Secretaría i la redaccion. Yo creo que uno i otro es bien sencillo, porque si es estender las actas, las ha estendido en las sesiones preparatorias el oficial mayor. En las actas no

  1. Esta acta ha sido trascrita de un periódico titulado Logografía del proceso verbal del Cuerpo Nacional que se publicó a principios de 1826. (Nota del Recopilador.)
  2. Antes de tomar la palabra el señor Infante, algunos señores, en forma de consulta i sin pedir la palabra, habian propuesto al señor Ocampo para este cargo