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Página:Sesiones de los Cuerpos Lejislativos de Chile - Tomo XV (1827-1828).djvu/130

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COMISION NACIONAL

S. E). —Melchor José Ramos, Pro-Secretario. —(Es copia). —Ramos. —Al Intendente de Aconcagua.

(Reservado)

Excmo. Señor:

Deseoso del mejor acierto en mis deliberaciones i de reglar mi conducta por las sabias advertencias de esa superioridad, evitando los comprometimientos a que sin duda me espone la estemporánea resolucion de esta Asamblea, así en lo sustancial de sus decisiones como en el modo de hacerlas cumplir i circular; acompaño a V. E. los testimonios orijinales que con fecha de ayer me dirijen. Ellos darán a V. E. una idea completa de que si han retrogradado algo de su primer fervor, continuan con el velo de consultar los pueblos, siendo en mi concepto un medio mas bien de alarmarlos que el de escuchar con sinceridad su resolucion. Como en mis anteriores comunicaciones tengo prevenido el concepto de que los mas de los cabildos no adherirán a su opinion, no hubiera dudado un ápice en cumplir lo que me ordena la Asamblea; pero reflexiones mas serias me provocan a consultar la superioridad de V. E., i no pudiendo sin un manifiesto descubierto con la Honorable Asamblea demorar mas tiempo que el de tres dias, suplico a V. E. que en este término me comunique las órdenes de su superior beneplácito.—Con este motivo tengo la honra de ofrecer a V. E. todas las consideraciones de mi mas alto respeto.-Intendencia de Aconcagua, San Felipe i Octubre 5 de 1827. —Martin Prats. —(Es copia). —Ramos. —Al Excmo. señor Presidente de la República don Francisco Antonio Pinto.


Núm. 176

(Reservado)

Convencido por una dilatada esperiencia del poco influjo que tiene la razon en cierta clase de hombres, que aun cuando la conozcan, la desprecian, porque no les es bien confesarla, quise tocar otros medios para sofocar el peregrino i destructor proyecto, con que esta Asamblea provincial queria dar paso mas avanzado, declarando que por la lei de 8 de Julio que dictó el Congreso, se hallaba en la mas bella posicion para reasumir todo el poder i autoridad, que segun esta, esa misma lei les concede, i levantar el grito de independencia. No podia ménos que hacerme sentir una declaracion tan poco conforme con mi razon i con los intereses jenerales; i esperando que mejor aconsejados se reformasen sus indiscretos procedimientos, traté de calmarlos, ya conviniendo en cierto modo con sus miras, ya poniéndoles a la vista los inaccesibles obstáculos que habia que allanar para poder lograr sus locos designios: conseguí por algun tiempo paralizarlos pero luego que trascendieron mis verdaderos sentimientos, trasformados en furiosos energúmenos, atacan mi opinion, consultan a Santiago, jérmen fecundo de las aspiraciones, de donde se les inspira el temerario arrojo que habian ya abrazado, se les alienta, i se les hace concebir grandes ventajas de este paso.

No pudiendo apagar la llama que cada dia se iba aumentando, solicité a algunos Diputados de la Asamblea con el fin de hacerles palpables los males que eran consiguientes a su irreflexion i poco tino en sus acuerdos; pero nada ha bastado, hasta el caso de hacerme tomar providencias mas serias para atajar la conflagracion que se hacia sentir en el pueblo.

Inmediatamente que fué en mi noticia las medidas que secretamente se tomaban con respecto a dicha declaracion i sus incidencias convoqué a los oficiales encargados de la instruccion de los cuerpos de milicias, i les ordené, bajo su mas inmediata responsabilidad, no prestasen obedecimiento a ninguna órden que no emanase directamente de mí, por evitar que fuesen sorprendidos; así mismo previne al comandante de infantería, acuartelase en Santo Domingo veinticinco hombres con el fin de cuidar del armamento, que por mas seguridad lo hice depositar allí, cuyo local lo he destinado para cuartel en atencion a no haber mas que un fraile, i serme sumamente necesario; depuse del mando del escuadron núm. 28 al sarjento-mayor don Manuel Silva, i coloqué en su lugar al de igual clase de ejército don José Rosauro García.

Por evitar el funesto ejemplo que presentaria a las demas provincias un hecho tan escandaloso quise silenciarlo, hasta ver si mis reflexiones i el influjo que felizmente tengo entre los hombres de bien, lograban desenfascinarlos, i traerlos al órden; pero como todo ha sido infructuoso, he resuelto dar a V. E. cuenta del actual estado de cosas, por conducto del secretario de este Gobierno don Joaquin Bravo, quien está al cabo de cuanto ocurre.

Con este motivo tengo la honra de ofrecer a V. E. mis sentimientos de adhesion i respeto. —Intendencia de Aconcagua. —San Felipe, Octubre 2 de 1827. —Martin Prats. —Es copia. —Ramos. —A Excmo. señor Vice-Presidente de la República de Chile.


Núm. 177

DICTÁMEN

Esta Comision encargada de examinar la mocion presentada por el Diputado señor Ramírez ha meditado detenidamente cada uno de sus artículos en particular, i contrayéndose al primero, opina; debe consultarse a ios pueblos por medio de sus Municipalidades, si se convienen o nó, se