"encuentra su comercio i marina mercantil al estado a que la naturaleza benignamente la "convida." Esta será la base que se proponga para allanarse al reconocimiento de la ▼Independencia americana. Si Chile se anticipa a proponer las únicas ventajas que, se dice, debían reservarse para entonces ¿cuál es el perjuicio que le resulta de esta anticipacion? ¿El de que no se reconozca su Independencia? ¿De qué principio se deduce esta consecuencia? Si el objeto del reconocimiento es entablar ▼relaciones mercantiles i éstas se hallan establecidas ¿qué puede importar una negativa tan irracional como infructuosa? Solo puede tener por objeto el conservar el ▼Rei de España el título de Rei de Chile; ¿i se le sigue algun perjuicio a los Algarves, las dos Sicilias i a Jerusalen porque hasta ahora se escriban en sus despachos estas vanas denominaciones? La objecion de que invitándose ahora a los españoles a venir a comerciar libremente a Chile es un obstáculo para que España haga la paz, queda desvanecida con las razones anteriores, i solo se agregará que la anticipacion a abrirle los puertos a sus súbditos para que hagan el comercio, que es el único objeto a que puede aspirar, es una razon poderosa para que ponga término a la guerra. ¿Con qué fin puede continuarla? El de imponer contribuciones es un desvarío, porque un buen Gobierno en España debe conocer el estado de las rentas de los Gobiernos americanos i penetrarse de que será imposible aumentar un centavo mas en un réjimen colonial como el que se teme. —No hai, pués, objeto en América que pueda llamar la codicia de un buen Gobierno en España para emprender su reconquista; i en esta parte estamos tan tranquilos, que ojalá pudiéramos tener la misma seguridad en cuanto a los movimientos interiores que detienen los pasos de otras Repúblicas a su engrandecimiento. Estando, pués, ciertos de que un buen Gobierno en España no debe causarnos ningun mal, menos debemos inquietarnos por el actual o porque continúen otros semejantes que mantendrán aquella Nacion en el estado de atraso en que la han constituido la iliberalidad i la opresion. Mientras la España se halle sufriendo las estorciones, de que no ha podido librarse como se libró i está libre la América, ningun recelo puede infundirnos, i todo cuanto se hable de su existencia en el catálogo de las Naciones i de su fuerza i recursos superiores a los de cualesquiera de las nuevas Repúblicas americanas, es un argumento quimérico.
"¿De dónde puede nacer, se pregunta en el informe, esta confianza en la debilidad de nuestro enemigo i en la superioridad de nuestra posicion? De la realidad de las cosas se responde. "Confianza, se dice, que siempre ha sido tan funesta aun a las Naciones mas poderosas." Distínganse los tiempos i las circunstancias; medítense las nuestras i se verá que la confianza que ahora se increpa no depende de las operaciones que puede intentar la España sino del patriotismo de nuestros ciudadanos i del cuidado del Gobierno en alimentarlo i sostenerlo de todos modos. Pero, a esto se dice que "la comunnicacion con los españoles i las relaciones que adquirirán prevalidos de esa misma identidad de lenguaje, de relijion i de costumbres de que tanto se nos habla, su seduccion, sus intrigas debilitarán este patriotismo i amortiguarán el entusiasmo público." Es preciso no ser chileno i no haber conocido jamás los sentimientos patrióticos para no oir como ofensas unas frases semejantes. Si los que han firmado el informe se conocen tan susceptibles de ser seducidos por el trato con los españoles, sepárense de la familia de los chilenos llevando consigo la satisfaccion de haber cumplido con los deberes de su debilidad. El amor a la ▼Patria no es un accidente como la pintura de una puerta que desaparece al mas leve refregon de un paño. Es una inspiracion del alma i un sentimiento del corazon; es la obra de la conviccion i el resultado del conocimiento de lo que son el hombre i sus deberes; es el distintivo del verdadero hombre social i no una vislumbre que se disipa cual meteoro fátuo. A nombre de los chilenos deberían quejarse los que informan por la injuria que se les hace; pero penetrados de que semejantes espresiones han sido producidas sin meditacion, únicamente por el deseo de aglomerar argumentos contra una lei que no tiene mas inconveniente que la oposicion forzada que se le ha formado, no haremos mas que encomendar a sus autores que las mediten i se arrepientan, ahorrándonos el trabajo de manifestarles el tamaño de la ofensa que han hecho al patriotismo chileno.
Quizás se diga contra lo último que acabamos de esponer, que tambien se procura sublevar pasiones para sostener el proyecto del ▼Presidente de la República; pero, al proponerse esta objecion, debe tenerse presente que, si los adversarios del proyecto han procurado buscar apoyo delineando el patriotismo chileno en tal estado de versatilidad que pueda desaparecer al contacto público con los españoles, nosotros respetando su firmeza lo consideramos como el mas poderoso resguardo contra los peligros fantásticos con que se ha querido intimidar a la parte mas bulliciosa i menos ilustrada del país. Si ha habido algunos que han consentido en dejarse ofuscar por los figurados peligros que se les han presentado, i han perdido la confianza en el entusiasmo patriótico de sus conciudadanos, reflexionen que, si sus votos son de algun peso, las ideas que dan del patriotismo chileno no son las mas ventajosas. Si éstas son ciertas, tienen razon de oponerse al proyecto de lei; mas, siendo forjadas con el, objeto solo de fundar la oposicion, no pueden dejarse de acusar como un crimen contra la Patria. Concíbase como se quiera acerca de la influencia de los españoles sobre los americanos; queremos conceder a este pensamiento estraor