▼sobre su honradez, que no se procedió al inventario formal del valor del buque; que no comprende cómo aquel Gobierno admitió por fiador a un hombre que no contaba ni aun con el sustento diario, puesto que su miserable condicion le reducía a mendigar un pedazo de pan; que tampoco se le dió al confesante a conocer su fiador. Que, hallándose en el Callao, se le pasó un mero recado para que volviese a Lima a firmar la escritura. Que su consignatario Escardo le previno recibiese abordo todo lo que le mandasen bien fuese con pasaporte o sin él. Que el Jeneral Morán remitió al confesante la patente i testimonio de la escritura, sin haberle visto la cara. Que en el bergantin Orbegoso se embarcaron a presencia de las autoridades del Callao i de todo el resguardo: cajones de tercerolas, municiones, espadas nuevas, cuchillos de combates, fierro en cantidad, tablones, viguetas para hacer cureñas, lona, brines i járcias. Que las razones que acaba de esponer las cree poderosas i fundadas, especialmente si se atiende a las circunstancias actuales del Perú, donde la vijilancia hoi dia es mui severa i mui particularmente en los puertos.
José María Barril confiesa que, en su concepto, la fragata de guerra Monteagudo debe haber sido fletada por don José María Novoa, quien le habló para que firmase la escritura de arriendo, ofreciéndole al efecto tres onzas de oro. Que habiendo hecho presente Barril a Novoa que su fianza no podría ser admitida, no solo por no tener bienes pero ni aun con qué comer, le contestó éste que convenía a sus intereses el que recayese la fianza en una persona como Barril; que en órden a los inconvenientes que alegaba, no tenía que recelar porque todo estaba allanado con el escribano ante quien debía ir a firmar la escritura.
Que su embarque se verificó el dia 6 de Julio a las siete de la noche en el puerto del Callao, acompañado de un tal Gallardo i de dos criados de don Ramon Freire, a cuyas órdenes se decía en el público venían los buques Monteagudo i Orbegoso.
Que el plan de agresion contra la República debía empezar por sacar la guarnicion de Juan Fernández, i en seguida diríjirse a Chiloé; que oyó decir a don ▼Ramon Freire que había recibido comunicaciones de varios puntos de la República en las que se le aseguraba que ocuparía todo el pais sin disparar un solo tiro; que el espresado Freire le auxilió con dos onzas de oro i doce pesos en plata para alquilar un caballo de posta de Lima al Callao.
Que en el bergantin Orbegoso se halla don Ramon Freiré, don Vicente Urbistondo, don José del Castillo, don Ramon Rivera i un joven Irigóyen.
Don Salvador Puga confiesa haber verificado su embarque en el puerto del Callao la noche del 7 del julio último, acompañado de don Ramon Freire, don José del Castillo, don Ramon Rivera, don N. Irigóyen, el piloto Roberto Robinson i cuatro criados, con destino a las costas de Chile.
Que, al invitarle don Ramon Freire para la empresa de agresion en el pais, le aseguró que tenía elementos para armar los dos buques; que los pertrechos de guerra, como espadas, tercerolas i pólvora, fueron proporcionados por don Vicente Urbistondo.
Interrogado sobre el punto de la República a donde habían acordado dirijirse, dijo que a la isla de Juan Fernández, con el fin de sacar la guarnicion, i en el caso de que el tiempo lo permitiese acometerían a Valparaiso, pondrían las milicias sobre las armas e invitarían a las provincias de Colchagua i Aconcagua a seguir el movimiento i, en defecto de esto, se dirijirían a la provincia de Chiloé.
Declara tambien que Freire le aseguró que contaba con varios individuos de las provincias, pero sin decirle quienes eran, e igualmente con el descontento de los jefes del ▼Ejército i con el Jeneral que lo manda.
Preguntado sobre el armamento del bergantín Orbegoso, declara que tenía seis piezas de a 8 i un cañon jiratorio de a 12, pero que su tripulacion no pasa de treinta i cinco hombres.
Que el declarante tomó el mando de la fragata por encargo de don Ramon Freire, refiriéndose en todas las demas preguntas i cargos que se le hacen a dicho Freire.
Pablo Huerta confiesa que se embarcó el 7 en el Callao en la fragata Monteagudo; que don Ramon Freire le habló dos o tres dias ántes de embarcarse, manifestándole que no venían a hacer la guerra a su país; que estando el ▼Congreso reunido le nombrarían ▼Presidente de la República; i en el caso de no verificarse ésto, que dictarían las Cámaras una lei de olvido; i que con una esposicion de esta naturaleza, no pudo ménos de resolverse a venir por el deseo de volver a su patria; que don Ramon Freire le dió cuatro onzas de oro para su apresto.
Preguntado sobre la direccion que tomó la Monteagudo despues de la salida del Callao, dijo que la de la isla de Mazorca, habiendo encontrado al dia siguiente entre ésta i la del Pelado al bergantin Orbegoso; que a los cuatro o cinco dias de haberse dirijido a las costas de Chile, se trasbordaron del bergantin a la fragata unos cuantos cajones de tercerolas; que la fragata salió del Callao con solo dos cañones sobre cubierta; i que hasta que observó los nuevos preparativos de armamento que se hacían en el buque, iba en la persuacion de lo que Freire le había dicho ántes de embarcarse; que cuando el declarante vió al Orbegoso solo tenía este seis cañones montados, pero sabía que debía armarse tanto éste como la fragata.
Juan Castañeda confiesa que fué invitado por don Ramon Freire para venir a Chile; que lo