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SESION EN 17 DE JULIO DE 1844

inferiores no tienen ni lo suficiente. Véase que ya se ha dicho que un escribiente no quiere servir por $ 300, que de ningún modo puede compararse con un sacerdote que tiene que conservar cierta dignidad i decencia, mas esto no es del caso; yo creo que sería mejor decir que estas dotaciones fuesen señaladas por el Presiden te de la República i dejásemos estas cuestiones que nos quitan el tiempo.

El señor Solar.— Creo que el medio indicado por el señor Senador que acaba de hablar es mas espedito. El Gobierno ha tenido en otras cosas el voto de confianza, i creo que en este asunto en que se trata de empleos subalternos, se podrá espedir mucho mejor el Presidente de la República que lo que podríamos hacer aquí, defiriendo a las dotaciones que tenga la Iglesia; i si se quiere puede decirse que aquellas dotaciones menores que se asignen a los subalternos, se pasen a las Cámaras para su exámen; esto sería mas pronto por la mayor facilidad con que puede esplicarse.

Puede tambien reservarse la Sala la facultad que tiene de aumeniar o disminuir estas dotaciones i las de los canónigos, obispos, etc. De esta suerte avanzaríamos un poco mas. Creo que si aquí se consideran estas cosas podremos dar en los estremos o de prodigar las rentas del estado, o de no dar a otros lo necesario.

La esperiencia me hace convencerme de esto: en nuestra Catedral tenemos plazas absolutamente necesarias, tales como la de 2.° Sochantre, que no puede llenarse porque es de $ 200 de dotacion i he aquí los resultados de no tener presente los datos necesarios; ahora podíamos incurrir en esto mismo. Yo opino por la indicacion que araba de hacerse, porque de ese modo la medida podrá ser mas provechosa para este asunto.

El señor Presidente. Yo, como uno de los autores del proyecto, me parece que podré tomar la palabra por tercera vez, a mas de que se presenta una nueva indicacion, i yo creo necesario hacer presente a la Cámara que el admitirla tiene sus inconvenientes: Primero. Porque por ahora no hai que hacer ereccion, porque todas están hechas, sólo a escepcion de las de Concepcion i Chiloé, las demás están hechas i en segundo lugar estas asignaciones deben hacerse por el Cuerpo Lejislativo. Con este motivo hago presente que no trae ninguna ventaja de que el Gobierno haga las asignaciones con cargo de someterlas al Congreso: yo no sé qué conveniencía en que la asignacion se haga por el Presidente de la República va a resultar al Congreso, si tiene que examinarlas despues, como no puede ser de otro modo; sólo ahorraremos la discusion por ahora pero la tendremos despues. Por otra parte esta lei es tan inteiesante i tan útil que no me parece que sería bueno abandonarla.

El señor Benavente,— Creo que esta lei no sólo no es necesaria, no sólo es inútil, no sólo está mal concebida, sino que va a ser perjudicial i por eso hice la oposicion a ella desde el principio, pero admitida por la Sala no podemos desecharla. Lo que yo he propuesto en que este artículo en que habla del beneficio del pertiguero, del perrero i otros, se haga su dotacion por el patrono. Si es cierto ese principio de que los diezmos fueron concedidos a la Iglesia para la mantencion de sus ministros, con el cargo de que esto se hiciese con acuerdo del patrono, esto no es pues retardar la leí sino ayudar a su pronto despacho.

Yo creo que había necesidad de una lei que reforme ciertas rentas que parecen excesivas, si es que era de necesidad formar una ereccion en que se señalen estas dotaciones. El entrar en tantos pormenores, léjos de facilitarnos, nos retarda, porque no todos saben cuáles son las obligaciones o los deberes respectivos a estos oficios subalternos: ¿qué sé yo de las obligaciones de los capellanes de coro i otros?

Creo, pues, que sólo debe ser esto obra del Gobierno i que entónces el Gobierno, teniendo presente la necesidad de dotar á los párrocos, tendrá cuidado de no prodigar las rentas. Me parece que un sacerdote, que creo debe ser bien educado, sería necesario que estuviese dotado conforme a su educacion. I aunque jamas estaré yo porque se le dé a un Obispo 250 pesos, sin embargo, atendiendo a sus necesidades, es preciso que tenga 6,000 pesos. Lo mismo digo respecto de los demás sacerdotes, cuyas dotaciones jamás podían ser mayores que las que señala el proyecto.

El señor Presidente.— Si no hai quien tome la palabra, se procederá a la votacion. ¿Cómo dice la enmienda?

El señor Benavente.— La enmienda es en suma para que las dotaciones de los subalternos del coro i sirvientes de la Iglesia, se doten por el patrono.

El señor Presidente.— Lo que se podría hacer es dar facultad al Gobierno para que hiciese estas dotaciones; pero ellas deben ir enumeradas en la lei. Si las dotaciones que haga el Gobierno han de pasar a las Cámaras para su aprobacion, estaremos lo mismo, porque habrá que examinar la de los capellanes y de los otros.

El señor Benavente.— ¿Cómo dice la indicacion? (se leyó) se podrá decir. .

El señor Presidente.— Se suspende la sesion, i está pendiente esta indicacion.

A segunda hora.

El señor Presidente dijo: la redaccion de la indicacion propuesta está concebida en estos términos:

"art. 10. De las tres cuartas paites restantes en que se dividiese la cuarta capitular, se deducirán, ante todas cosas, los sueldos de los ministros subalternos i sirvientes de la Iglesia metropolitana i de las demás iglesias catedrales