▼nocer su historia natural, su jeografía, su jeolojía, su estadística i cuanto podia contribuir al conocimiento del pais.
Por mas grande que fuese la tarea que me imponía, contando sin embargo con mi celo, mi actividad i mi amor por toda esta clase de trabajos, no retrocedí a vista de sus dificultades i hácia el principio de 1831 me dirijí a la provincia de Colchagua para empezar mis investigaciones. Pasé tres meses en recorrer aquella provincia en levantar un plano jeneral de ellos, en seguida el curso de sus ríos hasta su oríjen para determinar su posicion, en colectar en fin, todo cuanto podia contribuir a la formacion de un gabinete de Historia Natural, monumento científico que me he interesado siempre en fundar en la capital de esta República; me atrevo a decir que los resultados de esta pequeña investigacion fueron superiores a cuanto habían hecho mis predecesores. El Supremo Gobierno supo ¿preciarlos en toda su estension, pero no desconoció que esta especie de trabajos no podian hacerse sin instrumentos científicos susceptibles de facilitar i perfeccionar operaciones las mas veces difíciles, pero siempre muí delicadas; así fué que a mi solicitud destinó una cantidad para la compra de todos estos instrumentos, que por desgracia no se pudieron encontrar en Chile, o a lo ménos tan imperfectos, que eran mui poco aparentes para el objeto, i aunque se habria podida encargar a Europa, el temor de que no fuesen bien elejidos, me determinó a ir en persona para hacerlos construir bajo mi dirección i cotejarlos con los del Observatorio Real, a fin de tener observaciones comparativas, i por consiguiente, dignas del mas grande interes: tal fué el único fin que me hizo emprender este largo i molestoso viaje; por desgracia no se pudo conseguir sino los instrumentos, etc., lo mas necesario, habiendo recibido solamente $ 2,000 de los $ 5,000 que el Gobierno habia decretado; en eguida hice venir a mi costa todo lo que la fala de dineros nos habia privado en aquella época.
De vuelta a Chile en 1834 me apresuré al principio de 1835 a poner en práctica mis vastos pioyectos i a ejecutar trabajos que el gran número de instrumentos nuevamente adquiridos habian considerablemente multiplicado; tuve tambien que hacer mas gastos ya para trasportar estos instrumentos tan delicados, ya para poderlos cuidar, pero, el suplemento de los $ 70 que el Gobierno añadió a los 125 que tenia menualrnente, me puso en la posicion de proseguir mis tareas de un modo mas cómodo i provechoso i devolver casi intactos instrumentos tan frájiles i tan voluminosos con que he recorrido tantas veces las mas altas cordilleras. Los que conocen las grandes fragosidades de aquellos cerros, sabrán apreciar las muchas molestias que he tenido que padecer para conservarlos en buen estado i salvarlo» de tantos peligros, algunos, sin embargo, han padecido i no se podia esperar ménos, pero casi todos han sido reemplazados con otros que he hecho venir de Europa i con la autorización de V. S. pienso llevar conmigo los dos o tres que quedan descompuestos para que con los otros queden depositados en el Museo Nacional para servir de garantía de mis trabajos i de la confianza que a ellos deba prestarse.
Según mi contrata, este viaje debia durar cuatro años solamente, pero en razon del aumento de mis trabajos me he visto en la necesidad de prorrogar este tiempo lo que por otra parte ha sido ocasionado muchas veces por las circunstancias, ahí es que por falta de tiuques para poder pasar de Valdivia a Chiloé me vi detenido más de un año en aquella provincia en lugar de cinco meses que me bastaban para visitarla; lo mismo me sucedió en Chiloé i aun en Coquimbo en donde me he quedado mas tiempo que el que debia con la esperanza de lograr un año bueno para recorrer los departamentos del norte. A pesar de estos sacrificios, la grande sequedad que ha reinado en estos últimos años me impidió visitar aquellos departamentos, lo que me es tanto mas sensible que son los únicos que se han sustraído a mis solícitas i empeñosas investigaciones. Por lo demás, cuando la contrata iba concluirse, tuve el honor de avisarlo al señor Ministro Egaña, quien me autorizó a seguir mis trabajos, de modo que hoi dia, a fuerza de celo i de constancia, tengo la grande satisfaccion de anunciar a V. S. que se hallan enteramente concluidos. Me será permitido entrar aquí en un lijero exámen para manifestar a V. S. la escrupulosidad con que me he empeñado en llenar mis penosas i numerosas obligaciones.
En todas las provincias he hecho una coleccion tan completa como ha sido posible de todas las plantas que hai en ellas, añadiendo a cada una sus nombres vulgares o provinciales i aun sus usos en las art^s e industrias, o sus virtudes en medicina. Por empíricas que sean estas propiedades, son siempie de grande utilidad i podrán ademas despertar la atención de las personas que deben ocuparse en su exámen i en su analojla; uno o varios ejemplares hacen parte del herbario depositado en el Museo Nacional.
Los animales no han ocupado ménos mi atencion; aunque de una utilidad mas secundaria son también dignos de ser conocidos i bajo este punto de vista he tratado de proporcionarme desde los mas grandes hasta los mas pequeños; he tenido cuidaJo también de estudiar sus costumbres i espero que la fiuna chilena que pienso publicar interesará no solamente a los sábios sin
