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CONGRESO NACIONAL

merar la soberanía porque toda la Nacion es soberana. Cuando no fuera otra cosa que ésta el Congreso como representante lejítimo de la Nacion debe llamarse Soberano. No se crea que la soberanía es un título, porqne los pueblos no tienen títulos ni nombramientos, nadie se los puede dar i así es un engaño creer que el nombre de soberano es un título sino verdaderamente un derecho de los pueblos que no es adquirido por una porcion sino por todos los pueblos.

El señor Íñiguez.— Se está discutiendo esta proposicion o mocion aun sin haberse puesto por escrito ni se han hecho lastres lecturas. Despues de cumplir con ésto se ha establecido que se proceda a la discusion.

El señor Lazo.— A mas de eso, señor (este señor habia dejado pendiente la palabra), creo que hai equivocacion en presumir que el Congreso no reúne los tres poderes i que por esto no debe entrometerse en lo demas. A la Nacion le corresponden los tres poderes, luego, el Congreso que la representa debe reunir también estos tres poderes. Si no los reúne tampoco les corresponde a los pueblos de una Nacion.

El señor Albano.— Yo observo que estamos tristemente perdiendo el tiempo en una cuestion de nombre i solo por aprovecharlo convendría yo en que el Congreso se llamase rei o duque o marques o como quiera llamarse. Sabemos que un Congreso encierra en sí el poder de la Nacion, de donde venimos a concluir que la cuestión solo se reduce al nombre. ¿Qué quiere decir Congreso? El que reúne los poderes de la Nacion para hacer sus leves. ¿Qué quiere decir Soberano? Una facultad de entender en todos los ramos de la administracion. Se ve, pues, que conviene esto al Congreso; pero no me parece mal que se evítase un nombre tan retumbante i así estoi porque se llame Congreso.

El señor Lazo.- Yo estaré conforme en esto, pero quítense todos los títulos, sin embargo de que no es título la atribucion de Soberano que tiene el Congreso ¡pero querer ridiculizar solo al Congreso! Aun cuando no fuese diputado lo reclamaría como un particular.

Se votó la proposicion i fué aprobada por mayoría absoluta.

Se puso en discusion el reglamento de la secretaría, i concluido de leer,

El señor Campino dijo:— Yo solo dos observaciones tengo que hacer sobre el reglamento. La decadencia del Erario me obliga a ello. Primera que se disminuya, si es posible, el número de oficiales de la secretaría o que se traiga de los Ministerios, en donde hai una porcion de oficiales ociosos; i la otra, la hora que se destina para el despacho de los pretendientes.

El señor Henríquez.— Es necesario convencerse de que es imposible el que se impriman los diarios; no hai imprenta para esto; está en estado mui miserable, apénas se podria conseguir que se imprimiese un Redactor mui conciso, según consta por la esperiencia. Es necesario procurarse los medios para que los pueblos sepan las leyes que se dictan i en qué se fundan. Sino consta por él las razones que ha tenido el Congreso para establecer una lei, los papeles que salgan del Congreso serán papeles secos i que no tendrán ningún aprecio. Los pueblos, lo que necesitan es en qué se fundó el Congreso para mandar ésto o aquéllo i con la esposicion de los motivos que hai para dictar tal o cual lei. Esto también sirve para poner a la vista de los diputados lo que han opinado sus compañeros i que conozcan mas fácilmente los motivos en que se fundaron. Para esto es necesario el dictámen de la comision que se ha de nombrar para la redaccion; lo demas es cansar. Esto me parece que es necesario observen ahora: que se encargue a la secretaría la redaccion de los diarios i que los demas diputados no tengan que hacer nada en ellos, porque ya sabemos lo que costaba esto en el Congreso pasado.

El señor Vial estuvo encargado de esto, i luego renunció porque tuvo mil disgustos con muchos señores, porque a ninguno agradaba lo que se escribía. A mí me parece precisa la publicacion de las minutas de la leí con las razones que hubieron para hacerla, porque El Redactor, si no se funda en alguna cosa,queda seco i no sirve para nada.

El señor Campino.— No he advertido que se haya dado la fórmula con que se deben presentar los proyectos de decreto. Dos formas de decreto están en el día en uso; para citar países vecinos, espondré uno que está en uso en Buenos Aires, en que se espone en una especie de prólogo o epítome las razones en que se funda el proyecto o el decreto; el otro es de Colombia, que me parece mas sencillo: es el ir numerando los motivos de la lei por numeracion, como por uno, dos o tres.

Varios señores diputados dijeron que todo esto era del objeto de los taquígrafos.

El señor Infante.— Cuando se habla de los taquígrafos me parece que recuerdo la desgracia de los hijos del país. Yo admiro la aplicación de estos dos jóvenes que quizá se han dedicado a este trabajo por las recompensas que se han ofrecido. Efectivamente se acordó por el Senado Conservador, que existia ántes del Congreso anterior, que si se presentaba algún taquígrafo se le premiase con 1,000 pesos i la dotacion de 200 pesos mensuales. Este acuerdo se pasó al Poder Ejecutivo i el Poder Ejecutivo sancionó esta lei que corre en papeles públicos. Como esta lei se estableció por una autoridad lejítimai se sancionó por el Gobierno, debe estar en su fuerza; por lo que tienen un derecho estos jóvenes para exijir el premio i la dotacion, i así, cuando no fuere mas que por estas consideraciones, el Congreso debe recompensarles su trabajo; si hubiere sido un estranjero el que hubiese traido este arte, acaso hubieramos sido celosos en asignarle un buen sueldo,