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SESION DE 20 DE DICIEMBRE DE 1824

mi Corte de cualquiera reclamación que hicieren los demás interesados.

Si los tribunales competentes juzgasen que no se le hace violencia ni en admitir recurso de nulidad, ni en llevarlo a la Corte Suprema, yo quedaré tranquilo, i él será juzgado despues sobre el fondo i sustancia del recurso conforme a las leyes del país.

Solo me ocurre una observación que me dispensará US. ¿Qué majistratura será la que declare si se le hace violencia en la Corte Suprema? Cosa dura me parece que sea la misma Corte si no se renuevan i subrogan sus jueces; i si me fuere lícito suplicar directamente en esta materia, desearía también que, supuesto que este negocio es una competencia entre sí, debe conocer de él la Corte de Apelaciones o la Corte Suprema: i que ya US. ha oido el informe de la Suprema Corte, se oyese igualmente el de la Corte de Apelaciones, i con la esposicion de ámbas se resolviese la materia. Pero yo me remito en todo a la disposición de US. i a la alta sabiduría del Soberano Congreso.

El cónsul jeneral de S. M. B. —Valparaíso, Diciembre 19 de 1824. —C. R. Nugent. —Al señor Ministro de Relaciones Esteriores.


Núm. 133

Señor Presidente:

Por un edecán del Soberano Congreso se me citó el 15 del corriente que concurriera a la Sala con el poder que me confirió la delegación de Los Anjeles para que, como suplente de su representante, pudiera en defecto de aquél entrar a la Representación Nacional. Ayer me avisó el mismo edecán que no habia asistencia i que concurriese hoi. Lo he verificado, i habiendo hecho presente a V. E. que aunque recibí el nombramiento de suplente lo devolví renunciando del poder que se me habia confiado, V. E. me contestó que lo representase por escrito para tratar, reunido el Congreso, sobre la materia. En esta atención tengo el honor de hacer presente a V. E. que, con fecha primero de Octubre último, me remitió eldelegadode aquel partido el nombramiento de suplente que a mediados del mes recibí; pero entonces mismo, por el correo del 20, conociendo mi insuficiencia para desempeñar tan alto encargo, lo devolví al mismo delegado, renunciando ante los mismos electores el nombramiento hecho en mi persona, por la razón espuesta, por hallarme enfermo, incapaz de poderme contraer a leer para instruirme en materias de tanta importancia i trascendencia como las que deben discutirse en un Congreso, i por el destino que sirvo, que no me da lugar para otras atenciones i que es opuesto por el Gobierno de Armas a la cualidad de un representante en el Congreso. En aquel tiempo que el Congreso no se habia instalado, que aun estaba indeciso el tiempo de su reunión por varias ocurrencias i dónde debia hacerse, hice la renuncia ante los mismos que me habian conferido el poder i que debían nombrar el que me subrogase. Entonces estaba vijente el nombramiento del principal representante, que no podia saber si renunciaba o nó i si se le admitía la renuncia caso de hacerla. Parece, señor, que procedí entónces conforme al tiempo que presentaba oportunidad para que aque la sección del Estado, en uso de sus derechos, nombrara a otro suplente. En efecto, debe presumirse lo tenga verificado a la fecha i se avise por el correo próximo de fin del mes. Pero ya que el diputado principal de aquel partido ha renunciado ante la Soberanía representada en el Congreso, i se le ha admitido, por cuyo motivo se me ha citado, renuncio de nuevo ante ella por las mismas razones espuestas que reverentemente repito ante su soberana consideración.

Jamas, señor, me llamó la Patria para algún servicio, que no me hallase mui pronto i tomase el debido empeño en cumplirlo, pero ahora, aun para seguir la rutina reglada de mi destino, a las veces me es insoportable, como por repetidas ocasiones lo he manifestado al Gobierno, suplicándole destine a otro jefe que lo desempeñe. En esta consideración, Su Excelencia me ha franqueado el que pase a los baños, el que no me ataree en el trabajo, i que en la hora en que me sea mas cómoda, concurra a recibir diariamente la órden, o que mande al Ayudante Jeneral Comandante por ella.

En esta atención, espero que V. E., tomando en consideración con la Sala mis razones, admita la renuncia, o como fuere de la soberana voluntad. —Santiago i Diciembre 17 de 1824. —Señor. Luis de la Cruz. —Excmo. señor Presidente del Soberano Congreso.


Núm. 134

Cuando el partido de Rere (no obstante mi demérito) se dignó elejirme por diputado suplente del presbítero doctor don Camilo Henríquez, para representar en el próximo Congreso, sin duda que no tuvo presente el ruinoso estado de mi salud, que absolutamente me imposibilitaba para la admisión de este honroso nombramiento. En consecuencia de haber recibido los poderes, oficié a la mesa de elección, con fecha 7 de Octubre último, manifestándole este justo embarazo. A todos mis conciudadanos es constante, así como a muchos de los señores que hoi representan la Nación la habitual enfermedad que padezco, i que no solo me embaraza a montar a caballo, sino que muchas veces me impide el diario ejercicio de a pié.

Nada habría sido para mí mas satisfactorio en la ocasion, que poder prestar a mi Patria este pe