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CARTAS ESCUBIDAS 417

nada que responder á lo que vos me escribís; él tendrá el pla- cer de leerlo. El Obispo (de Marsella) demuestra en toda o0ca- sión que tendría un gran placer en reconciliarse con vos. Ha encontrado aquí todas las cosas bastante bien dispuestas para hacerle desear una reconciliación, de la cual se hace honor, como de un sentimiento conveniente á su profesión. Se cree que tendremos entre hoy y mañana un primer presidente de Provenza. Os doy gracias por vuestra bonita relación de la Sainte-Baume y por vuestra bonita sortija ; ya veo que la sangre no ha hervido del todo á vuestro gusto. Mad. la Palatine ha tenido una vez la misma curiosidad que vos y no quedó mucho inás satisfecha. No me quitaréis el deseo de visitar esa terrible gruta; cuanto más trabajo haya en ello, más se debe ir; aunque á decir verdad, no me cuido de eso sino muy ligeramente; yo no busco en Provenza más que á vos, y cuando os tenga tendré todo lo que yo deseo. Mi tía está siempre muy mal. Dejadnos el cuidado de partir, pues no deseamos otra cosa, y aun si hu- biese alguna esperanza de languidez, tomaríamos nuestro par- tido. Yo la digo mil ternezas de vuestra parte, que ella recibe muy bien. Mr.de la Trousse le ha escrito excesivas; son amis tades de la agonía de las cuales no hago gran caso; yo dejo á aquellos que no comenzarán á amarme hasta mi agonía. Hija mía, es preciso amar durante la vida, como vos hacéis; ha- cerlo dulce y agradable, no anegar de amargura y colmar de dolor á los que nos aman; es demasiado tarde para cambiar cuando se está expirando. Vos sabéis cómo yo me he reído siempre de los buenos fondos; yo no los conozco más que de una clase y el vuestro debe contentar á los más difíciles. Yo veo las cosas como ellas son; creedme, no soy loca, y para de- mostrárcslo, os diré que no se puede jamás estar más contenta de una persona que lo que yo estoy de vos. Enviaré á Mad. de Coulanges lo que le pertenece de vuestra carta : la haré peda- zos y me quedarán todavía algunos cientos de líneas para con- solarme; por muy amables que ellas sean, deseo extremada= mente no recibir más. Vamos á las noticias,

El Rey parte mañana. Habrá cien mil hombres fuera de