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322 MADAMA DE SEVIGNÉ

bargo, que más ruido me fuese agradable. Mi hijo ha sido la causa de estas especies de clavos. Mi nuera no tiene más que algunos momentos de alegría, pues está agobiada de vapores ; cambia cien veces al día el rostro sin encontrar uno bueno ; es de una extrema delicadeza y casi no pasea; tiene siempre frío, á las nueve de la noche parece que está completamente exte- nuada. Los días són demasiado largos para ella y la necesidad que tiene de ser perezosa hace que me deje toda mi libertad á fin de que yo le deje la suya; esto me causa extremo pla- cer. No hay medio de sentir que haya otra señora que yo en la casa; aunque yo no me inquiete de nada, me veo servida por órdenes invisibles. Me paseo sola, pero no me alrevo á ha- cerlo á la hora delerepúsculo por miedo de estallar en gritos y en llantos; la escuridad me sería nociva en el estado en que esloy. Si mi aln:a puede fortificarse, sería al temor de incomo- daros al que yo sacrificaría esta diversión ; al presente es á mi salud, y ésta es porque vos me la habéis recomendado; pero en fin, es siempre por vos.

No depende más que de mí el que no sepa la amistad tierna y sólida que por mí tenéis; yo estoy convencida de ello, estoy penetrada; sería preciso que fuese muy injusta para dudarlo, Si Mad. de Monchevreui! (1) ha creído que mi dolor sobrepu- jaba al vuestro, es que de ordinario no se ama á su madre como vos me amáis. ¿Por qué removéis la herida de ver mi habitación abierta? ¿Qué es lo que os lleva á este país desier- to ? Allí es donde vos me llamáis. Me habéis hecho un gran placer al hablarme de Versalles.

La plaza de Mad. de Maintenon, es única en el mundo; no ha habido jamás otra ni la habrá. No habéis olvidado al menos


(1) Mad. de Montchoyreuil, aya de las damas de honor de la Deífina, éra — dice Mad. de Caylus — una mujer fria y seca en el trato, do un rostro triste, de un espiritu por bajo de la medianía, do un celo capaz de disgustar á los más devotos y amigos de la piedad, pero fiel á Mad. de Maintenon á quien convenía tener en la

rée una antigua amiga, de reputación sin tacha, con la cual había vivido siempre, segura y secrota hasta el mistorio. (Souvenirs.