rellenará con los materiales que le suministre la esperiencia que le ha faltado.
Su oratoria recibirá pulimiento en los debates, sus esposiciones adquirirán soltura con la gimnasia continua del Parlamento, y su sentido práctico crecerá en la atmósfera de la vida legislativa.
«No hay que perder de vista esta verdad, decía Timón: grande es la diferencia que existe entre el escritor que vive en absoluto, y el diputado que se ocupa de lo relativo.
«El primero depende únicamente de si mismo, el segundo de sus electores; aquel trata de lo q' aun no existe, este de lo existente; el uno se halla en presencia de las teorías, el otro de su aplicación.
«El legislador debe imitar á la naturaleza que nunca reposa, que incesantemente se repara y se reproduce, que continuamente se rejuvenece, y que saca la vida de la misma muerte».