Amigos y adversarios se saben de memoria al orador elocuente de las improvisaciones correctas, de la frase inspirada, y del galano estilo.
Cada uno de sus discursos ha sido al dia siguiente disecado con esmero y proligidad, sin escapar del análisis parcial de una sola de las cambiantes con que deslumbran las peizas oratorias del diputado tucumano.
Examinar en absoluto personalidades conocidas, como la del Dr. Gallo, solo exige una mera tarea de selección respecto de las opiniones propias y agenas.
Es preferible sacar partido de los caractéres especiales de una de sus faces, y de los rasgos distintivos con las entidades oscuras que forman á su lado, en el cuerpo colegiado de que es miembro descollante.
Digo esto, porque presumo que no serán mis leves observaciones á la táctica oratoria del Dr. Gallo, las que habrán motivado el exacto y juicioso cargo que sus admiradores han hecho á la silueta anterior.
Observaciones improcedentes respecto de la pieza, uniformemente bella, que ha producido ayer el Dr. Gallo.
Tampoco imagino que obedezca a presunciones de futuros juicios apasionados sobre el