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o alomenos las mas dellas, non son de tales materias, nin así bien formadas e artizadas que de memorable "registro dignas parezcan.
(MARQUÉS DE SANTILLANA.)
FINES DEL SIGLO XV
CALIXTO: Cierra la ventana y esa puerta, y deja la tiniebla acompañar al triste, y al desdichado la ceguedad. Mis pensamientos tristes no son dignos de luz. ¡Oh bienaventurada muerte aquella que deseada a los afligidos viene! O si viniésedes agora, Crato y Galieno, médicos, ¿sentiríades mi mal? ¡Oh piedad celestial, inspira en el pleberio corazón, porque sin esperanza de salud no envíe el espíritu perdido con el desastrado Píramo y la desdichada Tisbe!
(CALIXTO Y MELIBEA.)
MEDIADOS DEL SIGLO XVI
¡Oh, cuán bien van los negocios míos y que bien he sabido valerme! Oh, qué astucias he tenido para desprivar a este advenedizo de Leonardo! Oh, cuán alegre me ha hecho la fortuna y qué largo crédito he cobrado con Valiano! Bien está, que pocos son los días que le faltan de cumplir de la dilación que le pusieron para que de sí diese descargo alguno si lo tenía. Qué hombre habrá en toda esta tierra de más buena ventura que yo, en haciendo justicia de aqueste?
