Esta página ha sido validada
ALFONSINA STORNI
Te odiaba,
desde el muelle,
porque te vestías
de cielo,
y de mar calmo;
taimado...
Cuando te hollaron mis pies
una nube de adolescentes
uniformados
irrumpió por tus puentes.
Habían vuelto a cargarse
las ramas humanas
secadas a cañonazos
Había más que antes;
y eran más hermosos
que antes:
Cuellos fornidos
de cuerda
prensada,
Ojos tiernos.
Carne dorada
a espuma y sal.
Dientes agudos,
luminosos.
26