lugar el rey de Tunquin, y el de Sinua, que se fuese á Manila, y tuvo pasaje por Macan, con navíos de Portugueses. No solo no vino cansado de las navegaciones, trabajos y prision que había tenido; pero antes con nuevo brío y aliento, trató que se volviese á encaminar la jornada de Camboja; aunque había poca noticia del estado de las cosas de aquel reyno, y restitucion en él de Prauncar, y en compañía de otros religiosos de su orden, como quien tanta mano tenía con don Luis Dasmariñas (que ya estaba en Manila fuera del gobierno) le persuadió, y inclinó, á que tratase de volver á hacer en persona esta jornada, á costa de su hacienda, de que se seguirían buenos efectos, en servicio de Dios y de su Magestad[1]. Don Luis lo trató al gobernador don Francisco Tello, y se ofreció á todo el gasto; cuya conclusion se fué dilatando, hasta tener alguna nueva de Camboja, y solo se tenía noticia, que Blas Ruiz y Diego Belloso fueron desde la Cochinchina á los Laos, habiendo dejado allí al capitan Gallinato con sus navios.
Con la salida de don Juan Ronquillo del río de Mindanao, con el campo, se desanimaron tanto los Tampacanes, y creció á los Buhahayenes el aliento, que sin embargo de la amistad hecha, y obediencia que habían dado, se fueron declarando por enemigos, y se volvió á revolver la cosa de manera, que no solo no se deshizieron sus fuertes, como habían prometido, pero aun los fueron reparando, y haciendo otros excesos, con los Tampacanes sus vecinos, y rompieran del todo la guerra, sino temieran que los Españoles habían de volver mas de propósito, y con mas número de gente,
- ↑ Lord Stanley dice respecto á esto: «Este Fray Alonso Ximenez y su historiador dan una nueva prueba de la veracidad del «imprudente» piloto, que explicó á los Japoneses la manera cómo habían conquistado tan dilata los reinos. La práctica moderna ha sustituído la frase; en servicio de Dios y de su Majestad por el abasto de los mercados». Esto tal vez era cierto en 1868, época en que escribía lord Stanley, porque ahora se dice: Poner bajo su protectorado, civilizar, etc.