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Página:Sucesos de las islas Filipinas por el doctor Antonio de Morga (edición de José Rizal).djvu/331

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algunos puertos y barras, en que se puede entrar, y estar, con navíos; como son, la ensenada de Marihuma[1], el puerto del Fraile[2], el de Bolinao, la barra de Pangasinan, y la de Bigan, la barra de Camalayuga, á la boca del río Tajo, que sube dos leguas, hasta la poblazon principal de Cagayan, sin otros ríos y barras ensenadas, y abrigos de menos cuenta, que hay para navíos menores, en todas las costas desta isla.

Junto á esta grande isla de Luzon hay otras muchas islas muy cerca della, grandes y menores, pobladas de los mismos Naturales que Luzon, con lavaderos de oro[3], y sementeras, y granjerías, como son Marinduque, isla de Tablas, Masbate, Burias, Banton, Bantonillo, y otras de menos cuenta; entre las cuales, la mas cercana á Manila, es la isla de Mindoro, que es de mas de ochenta leguas de largo, y cerca de doscientas de box. Tiene muchas poblazones de los mismos Naturales[4], por la parte que confina, con la provincia de Balayan y Calilaya, estan tan cerca y junta con la isla de Luzon, que hace un estrecho de grandes corrientes y escarceos, por do los navíos entran y salen, para ir á Manila, con mucha fuerza de viento y corrientes, que será media legua de ancho. En esta parte está la principal poblazon desta isla

  1. ¿El actual puerto Mariveles?
  2. ¿Subik?
  3. Parece deducirse de todas estas repeticiones de lavaderos de oro que en aquellos tiempos los Indios se dedicaban con afán á las minas de oro, no sólo lavando las arenas auríferas, sino también haciendo el verdadero trabajo de las minas, porque los Españoles á su llegada á Leyte «reconocieron minas de oro de diez estados de profundidad y hallaron algunas herramientas con que lo fabricaban los Indios.» (G. de S. Agustín).
  4. Ahora Mindoro está tan despoblada, que el Ministro de Ultramar, para remediar este efecto de la colonización española, quiere enviar á aquella isla lo más perdido de la Península á ver si de grandes criminales salen buenos colonos y agricultores. De todos modos, dada la condición de la gente que va, es indudable que la raza que suceda sabrá defenderse y vivir, para que otra vez la isla no se despueble.