quebraron un brazo, procedieron á soldárselo con tres gruesos clavos de oro.(4)
Cuando el cristianismo vino á imponerse en estas tierras, el obispo Zumárraga mandó bajar la diabólica piedra, como la llamaban los misioneros, y la hizo quebrar en su presencia, quitándole al mismo tiempo los ricos clavos de oro.
El ídolo de la barranca de Tepetitlán tiene el vaso ó lebrillo formado en piedra, pero no lo tiene colocado en la parte anterior de la losa quebrada, como lo tenía el de piedra pómez, sino que éste lo tiene en la parte superior ó vértice de la cabeza. Véase fig. 4. El franciscano nos dice que Nezahualpiltzintli mandó hacer un Tlaloc muy grande, de piedra negra y muy dura, y el de Tepetitlán es de piedra gris negra, muy dura y muy grande.
Más adelante nos dice el mismo misionero que al trasportarlo de uno á otro sitio le quebraron un brazo, y el ídolo del arroyo de Santa Clara tiene el brazo izquierdo quebrado. ¿Será acaso el monolito de que nos ocupamos el Tlaloc que mandó hacer Nezahualpiltzintli maltratado por el rayo, mutilado por sus cargadores y después destruido su rostro por Zumárraga, lo mismo que los geroglíficos que haya tenido esculpidos en los planos que formaban los cuatro costados de la deidad y que hoy en parte están devastados? He aquí la resolución del problema. Yo, por mi parte, me inclino á creer que el monumento que hemos explorado es el mismo Tlaloc que en un tiempo substituyó al de blanquecina pómez.