POLÍTICA DOMÉSTICA 133
menta, marchita la lor de la juventud, agota los ma- nantiales de la felicidad, consume la salud, des- truye la vida. No son achaques de la influencia de lo físico sobre lo moral, porque la influencia de lo moral sobre lo físico es entónces la única culpable. Pronto habrá que lamentar un aconteci- miento más funesto, si el amor maternal, tan su- blime y poderoso, no viene con su calurosa actividad á reanimar los últimos fuegos que parecen extin- guirse en esa alma, y con su encanto á sostenerla en el inmenso vacío de otro sentimiento á que nada puede satisfacer.
A las personas á quienes estos bosquejos pare- cieran pinturas de capricho, les recomendaríamos que observasen; pronto encontrarían cuadros domés- ticos que ofrecen provechosa enseñanza indirecta. Indicaríamos más tristes resultados de los casamien- tos intempestivos, si serias consideraciones no nos detuvieran. .
La elección de marido es harto grave, para que la mujer á quien concierne pueda quedar dispensada de que sus padres ó consejeros superiores le den las instrucciones que para decidirla deben ilustrar su
