LA HERMOSURA FEMLENINA
Hay moralistas tan austeros que desprecian la her- mosura, porque es cosa pasajera. Sila hermosura debiera ser despreciada porque pasa, lógico sería des- preciar todas las cosas que pasan en el mundo: aun la vida, que también pasa; si la hermosura feme- nina fuese despreciable, más lo sería la de la prima- vera, que es más fugaz; pero se dice que la prima- “vera pasa para renacer, y esto no es verdad, porque ¿dónde están las flores primaverales del año pasado? En cada año nace una nueva primavera, como en «cada estación vienen nuevas bellezas á reemplazar á las ya extintas.
Todo lo que puede ser benéfico es digno de esti- mación, y en verdad que la hermosura puede hacer anucho bien, porque una buena fisonomía, en con-
