manca de Juan Sin Ropa, y otras; pero ni en la celebrada carrera, (parejeros de don Ladislao Martínez y el padre Escola), hasta el cañón de la Recoleta frente á la antigua quinta del doctor Cayetano Campana, podemos detenernos en esta tradición, también á la carrera, destinada á recordar cómo la calumnia dió muerte al que dió vida á esos campos y nombre al Rincón de Campana.
En el transcurso del largo pleito no faltó, ni aún de los mismos beneficiados por el señor Campana, quien se prestara á declarar: que en la estancia «Los Remedios» (en Las Vacas) éstas sólo daban leche para el patrono, siendo propiedad del Colegio, y de pichuleos en huevos y quesos, frutas de corral y traspapelamiento de otras menudencias.
Otro de sus émulos declaró que el rinconcito consabido servía para arrinconar muchas cosas, y que si detrás de cada rancho del camino quedar solía alguna campanita, resultado de frecuentes idas y venidas del enamoriscado estanciero, ninguna de sus tocayas sonaban a tiempo, para despertar al guardacosta, cuando por esas desiertas barrancas del Paraná se introducían mer-