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El Virrey de las indecisiones
(1809)
El corazón del hombre es su destino.
I
Muy fácil parece, y sin duda alguna es algo de lo más difícil, tener carácter.
Uno de nuestros prohombres de carácter, el ilustrado doctor don Carlos Tejedor, insinuaba en su Curso de Derecho criminal: «Debían abrirse escuelas de carácter, para formar desde niño el del hombre, pues que la mayor parte de faltas, delitos y crímenes producidos son por falta de carácter, de convicción y entereza». Y otro elocuente catedrático en esa misma Universidad de Buenos Aires, doctor Juan Carlos Gómez, enseñaba afrontar las responsabilidades sin vacilar. A