,curioso que consignar sino el de la aparición de una poetisa limeña, de quien el padre Bravo de Ribera dice que «sus acostumbrados aciertos de la pluma la tienen constituída, por general aplauso, con el renombre de la limana musa,» Llamábase la poetisa doña María Manuela Carrillo Andrade y Sotomayor, y pertenecía á una aristocrática familia. Véase una muestra de su vena: (Fúlgida niebla, sombra luminosa, ecliptica á desmayos encendida, Olimpo obscurecido de esplendores que adusto luces y horroroso brillas, ¿por quién, ascua funesta, tanta lumbre es negra emulación del claro día?
Di, por quién abrasado sacrificio entre incendios tus luces arden tibias?» De lo malo, poco. Los demás endecasilabos son tan detestables como este soneto de la misma autora: eCifra del susto, imagen del espanto que, en copia de esplendores pavoroso, si eres de Manso duelo luminoso de Bravo ostentas refulgente llanto; Los lucientes fulgores que ese manto argentado á au impulso generoso, en lo que asombro viven prodigioso, respiran los aubelos del quebranto.
Selle del Nilo el caudaloso acento, con que por bocas siete se derrama en lenguas de cristal sonoro aliento; Y exprese el bronce alado de la fama que ese altivo obelisco, real portento, apaga los raudales con su llama.» Como se ve, la poetisa aprovechó la ocasión de dirigir un piropo al virrey Manso y otro al padre Bravo. Este, á fuer de agradecido, no podía hacer menos que llamarla musa limana.
PUNTUAL DESCRIPCIÓN,
funebre lamento y suntuoso thmulo de la regia doliente pompa con que en la Iglesia Metropolitana de la Ciudad de los Reyes, corte de la América Austral, mandó solemnizar las reales exequias de la Serenisima Señora Doña Mariana Josefa de Austria, Reina fidelisima de Portugal y los Algarbes, el dia 15 de marzo de 1756, el activo celo del Excelentísimo Sr. D. José Manso de Velasco, Conde de SuperCada y Virrey del Perú.— De cuyo superior mandato la escribe el R. P. F. Alejo de Alcites, del orden serútico.—Año de 1756.—L'n volumen de 247 páginas en 4.°