Garci—Gutiérrez estuvo á punto de enloquecer. Iba de un sitio á otro, reía, lloraba y abrazaba al indio.
En el centro de la sala y sobre un andamio de plata había una figura que representaba un pez. El cuerpo era de oro, y los ojos lo formaban dos esmeraldas preciosísimas. El español quedó extático contemplando el idolo.
—Pues todo es tuyo—le dijo don Antonio;—hoy te obsequio la huaca del Peje chico. Sé feliz, y si cumples tu juramento, algún día te llevaré á la huaca del Peje grande.
Quien les el libro impreso en Madrid en 1763, titulado Relación des criptiva que de la ciudad de Trujillo hace D. Miguel Feyjóo de Sosa, corregidor que fué de dicha ciudad, encontrará las siguientes líneas, que comprueban la fabulosa importancia del tesoro obsequiado al buhonero español por el cacique de Mansiche.
«Consta en los libros de las cajas reales de Trujillo que el año de 1576, Garci—Gutiérrez de Toledo, hijo de Alonso Gutiérrez Nefo and TOMO I Francisco de Toledo quinto virrey del Perú (1) to, dió á su majestad de quintos por extracción del Peje pequeño de la huaca del Gran Chimu, cincuenta y ocho mil quinientos veintisiete castellanos de oro. Consta igualmente que, algunos años después, dió también por quinto el mismo Garci—Gutiérrez, en diferentes figuras de peces y ani(1) Los retratos de los cuarenta y cinco virreyes del Perú, que como ilustraciones publicamos en la presente obru, están copiados de la galería existente en la Biblioteca de Lima.
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