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Tradiciones peruanas

D. Cristóbal Manrique de Lara era un joven hidalgo español, llegado al Perú junto con el marqués de Mancera y en calidad de capitán de su escolta. Apalabrado para entrar en su familia, pues cuando regresase á España debía casarse con una sobrina de su excelencia, era nuestro oficial uno de los favoritos del virrey.

Bien se barrunta que tan luego como llegó el sábado y resucitó Cristo y las campanas repicaron gloria, varió de táctica el galán, y estrechó el cerco de la fortaleza sin andarse con curvas ni paralelas. Como el bravo Córdova en la batalla de Ayacucho, el capitancito se dijo: «; Adelante! ¡Paso de vencedores!» Y el ataque fué tan esforzado y decisivo, que Claudia entró en capitulaciones, y se declaró vencida y en total derrota, que «Es la mujer lo mismo que leña verde; resisto, gime y llora y al fin se enciende. » Por supuesto, que el primer artículo, el sine qua non de las capitulaciones, pues como dice una copla:

Hasta para ir al ciclo se necesita una escalera grande y otra chiquita. » fué que debía recibir la bendición del cura tan pronto como llegasen de España ciertos papeles de familia que él se encargaba de pedir por el primer galeón que zarpase para Cádiz, La promesa de matrimonio sirvió aquí de escalerita, que la gran escalera fué el mucho querer de la dama.

Eso de largo noviazgo, y más si so ha aflojado prenda, tiene tres pares de perendengues. El matrimonio ha de ser como el huevo frito: de la sartén á la boca.

Y corrían los meses, y los para ella anhelados pergaminos no llegaban, hasta que, aburricla, amenazó á D. Cristóbal con dar una campanada que ni la de Mariangola; y estrechólo tanto, que asustado el hidalgo se espontaneó con su excelencia, y lo pidió consejo salvador para su crítica situación.

La conversación que medió entre ambos no ha llegado á mi noticia ni á la de cronista alguno que yo sepa; pero lo cierto es que, como consecuencia de ella, entre gallos y media noche desapareció de Lima el galán, llevándose probablemente en ia maleta el honor de doña Claudia.