INICIATIVAS FEMENINAS 115
para estas resueltas jóvenes lanzarse por el ca- mino de esa enseñanza si no han recibido pre- viamente una sólida y completa preparación téc- nica, porque las más de las veces irían á un do- loroso fracaso.
V
La enseñanza de las ocupaciones domésticas se da bajo dos formas principales: en lecciones recibidas aisladamente en los patronatos ó en otras agrupaciones femeninas, y en las escuelas ménagéres propiamente dichas. En el primer caso se dispone de menos tiempo y facilidades. “Aquí el horario se observa rigurosamente, y lo más que puede distraerse son cuarenta y cinco minutos, una hora, ú hora y media como máximum. Se eli- ge del programa un asunto cualquiera que interese á las niñas y les sea además de utilidad, y sobre él se hace la lección, la cual unas veces se redu- cirá á una conversación familiar entre profesora y discipulas respecto de la leche, la carne, las frutas, arreglo y cuidado de las camas, manera de alimentar y cuidar á los niños en su primera y segunda edad. Otras veces será una cuestión de limpieza, estudiada en teoría y puesta en práctica con algún mueble, tal como una lámpara, mesa, silla, etc., etc., ó también se utilizará una sesión de costura, dada de una manera inetódica; es de- cir, explicando primero el trabajo que se vaá hacer, para que la acción mecánica de los dedos sea la aplicación de un pensamiento previamente sugerido, .
Estas lecciones, que se dan en muchos patro- natos católicos, son de positiva utilidad, porque despiertan en las niñas y en las mayores la afi- ción á las cosas de la casa. Pero no podrán suplir
