Página:Una excursión a los indios ranqueles - Tomo II (1909).djvu/332

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Las grandes calamidades que afligen á la humanidad, nacen de los odios de razas, de las preocupaciones inveteradas, de la falta de benevolencia y de amor.

Por eso el medio más eficaz de extinguir la antipatía que suele observarse entre ciertas razas en los países donde los privilegios han creado dos clases sociales, una de opresores y otra de oprimidos, ES LA JUSTICIA .

Pero esta palabra seguirá siendo un nombre vano, mientras al lado de la declaración de que todos los hombres son iguales, se produzca el hecho irritante de que los mismos servicios y las mismas virtudes no merecen las mismas recompensas, que los mismosios y los mismos delitos no son igualmente castigados.

Por más que galopé tuve que dormir otra noche en el camino.

Al día siguiente temprano llegaba á orillas del Río 5.º Había andado doscientas cincuenta leguas, había visto un mundo desconocido y había soñado...

Las galas de abril embellecían el verde panorama de la Villa de Mercedes, donde los esbeltos álamos y los melancólicos sauces llorones crecen frondosos á millares.

El día estaba en calma, mi alma alegre.

Reímos sin inquietud cuando debiéramos estar taciturnos ó gemir.

¡ Somos unos insensatos!

Y cuando tenemos un momento lúcido es para esciamar amargamente, ¡ay!...

Yo amo sin embargo el dolor, y hasta el remordimiento, porque me devuelve la conciencia de mí mismo.

FIN