SOBRE FEMINISMO
al criterio antifeminista que relega a la mujer a la vida del hogar y a las manifestaciones de la vi- da social femenina (modas, reuniones, ciertas ac- tuaciones artísticas, etc.), que representan sólo matices del mecanismo de la atracción sexual. Y con independencia del aspecto social de la cuestión, biológicamente, es indudable que cuando la mujer es muy femenina, cuando las hormonas sexuales de su ovario son muy enérgicas y las hormonas masculinas—que en toda mujer existen latentes— están amortiguadas, toda su actividad psicológica gira en torno de un eje que se apoya en dos pun- tos que son la atracción del sexo contrario y la maternidad. Las mujeres insensibles a estos dos impulsos, las reacias a la solicitud del hombre, y las que no sienten el ansia maternal, tienen ya un metabolismo menos femenino, determinado por una menor energía de las hormonas sexuales ová- ricas, y por una mayor actuación de las hormonas heterosexuales. Esta disminución de la feminilidad se acentúa aun más en las mujeres que ofrecen una aptitud eminente para ciertas artes, para ofi- cios, profesiones liberales y para la ciencia mis- ma...” Etc. (1)
(1) Así fundaba el Dr. Marañón su criterio enton- cos muy antifeminista. Le pediría disculpa si hubiera en la transcripción de sus pasajes alguna inexactitud, pues no teniendo ahora a mi disposición la edición an- tigua de que los tomé, no he podido confrontarlos. Y, sobre todo, siento haberme .visto obligado (para respe- tar la lógica de mi raciocinio) a transcribirlos, pues el
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