Página:Viajes de Gulliver (1914).pdf/356

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
— 355 —

ejecutado con gusto para curarle o para satisfacerle.

Finalmente le prometí sondear a Morrice en la primera ocasión, dejándole al mismo tiempo para ir a buscar a nuestro almirante, al cual encontré en su cuarto, solo y abismado en una taciturna contemplación.

-¿Qué es esto, amigo?-le dije. Siempre triste y pensativo. ¿Qué se ha hecho aquella jovialidad que os era natural y que ni un naufragio pudo arrancaros?

Vamos, buen ánimo, recobraos, confiad más en la fortuna y sabed sobreponeros a ella si no os fuere favorable.

-No-me respondió;-o casarme o morir.

--Bueno, bueno-le repliqué; -ya mudaréis de sentimientos. He conocido hombres no menos enamorados y que han sobrevivido al rigor de su destino, por más que hubiesen hecho esos mismos discursos.

¿Y vos mismo, de buena fe, hubierais muerto de dolor si la bella holandesa, vuestra dama, hubiera despreciado vuestras promesas?

-¿Qué decís?-me interrumpió.-¡Qué equivocado vivís! Jamás ha pasado entre nosotros nada que no fuese inocente y de que pudierais muy bien atestiguar. No niego que es hermosa y joven que me haya parecido bien que la amo, en una palabra, y que no hubiera dejado de admitirla con gusto por mi esposa. Su virtud sola, que no cede a la de las sevarambas, hubiera bastado para ganar mi corazón. Por otra parte, no puedo ocultar que soy de un temperamento y de una edad en que no es fácil mirar impunemente tantas gracias, ni que he vivido contento con el presente generoso que me hicisteis.

Mas tampoco es menos cierto que no hay entre nosotros sino una buena amistad. Sus ruegos y la compasión que sus desdichas me inspiraron, han conseguido de mí este esfuerzo.

Si no hubiera conocido bien al señor Morrice ni