de todas estas desventajas, logró llegar á ser consejero de un ministerio británico, el defensor mas hábil de su sistema de administracion, y el amigo íntimo de todos los hombres notables por su nobleza ő sus talentos, que figuraron en el reinado clásico de la reina Ana.
No es menos sorprendente el contraste que se nota en los acontecimientos de sus últimos años. Envuelto en la desgracia de sus patronos, perseguido, tuvo que desterrarse de Inglaterra, vivió separado de sus amigos, y adquirió luego de repente una popularidad tal, que lo hizo el ídolo de Irlanda, y el terror de los que gobernaban este reino. Su vida privada no es menos estraordinaria. Amó á dos de las mas hermosas é interesantes mugeres de su tiempo y de ambas fué tiernamente correspondido; pero no era su destino formar con ninguna de ellas una union feliz y pacífica, y las vió sucesivamente bajar al sepulcro con la conviccion de que su enfermedad mortal la ocasionaba el dolor de ver sus esperanzas frustradas y su cariño mal recompensado.
Los talentos de Swift, orígen de su fama y de su orgullo, y cuyo esplendor por tanto tiempo ofuscó y sedujo al mundo, se oscurecieron con las enfermedades, se pervirtieron con las pasiones, á medida que se acercaba al término de su vida, antes de llegar al cual,.eran ya inferiores á los de los hombres mas comunes.
La vida de Swift es, pues, una leccion importante para los célebres, pues les enseña que, si el génio no debe dejarse abatir por el infortunio, la fama, por grande que sea, no debe alentar la presuncion. Al leer la historia de ese sábio ilustre, se convencerán aquellos á quienes la suerte ha privado de las brillantes cualidades que poseia, ó que no han tenido ocasion de desarrollarlas, de que la felicidad no depende de la influencia política, ni de una gloria encumbrada.
