[128] | [129] |
CXXXIV.
¿Qué ha de hacerse con aquel que ama la gloria, que se ama á sí mismo, y que no tiene rectitud? de aquel que sin inteligencia, es ligero y emprendedor? y de aquel que aproposito para los negocios, no conoce la sinceridad?
CXXXV.
Aprended como si aun supierais poco, y temed el perder lo que habeis aprendido.
CXXXVI.
¿Qué puede reprehenderse al Emperador Yu? Económico, sobrio y frugal en sus comidas, pero al mismo tiempo liberal y magnífico, vivia en su particular estrechamente, y hacía vivir al pobre. Simple y modesto en sus vestidos ordinarios, desplegaba una pompa magestuosa, quando en las ceremonias sagradas se revestia de las ropas Sacerdotales. Su Palacio era humilde, y sin fausto; pero no economizaba los tesoros ni los trabajos en la útil construccion de Canales, de Algibes y Aqüeductos.
CXXXVII.
En otro tiempo llevaban sombreros texidos del mas fino cañamo; hoy los gastan de seda. Yo abandono voluntariamente, en cosas indiferentes, la respetable antigüedad, y me conformo al uso.