cuando concurrió al Cabildo abierto de 22 de mayo de 1810, se retiró sin haber manifestado su opinión en aquella emergencia. Á pesar de haber rastreado con interés su nombre entre los documentos públicos de épocas posteriores, han sido infructuosos nuestros esfuerzos: recién en 1817, es decir, después de declarada la Independencia, aparece pronunciando la oración patriótica de ese año en conmemoración del 25 de mayo. Entonces desempeñaba las funciones de cura rector del sagrario de la catedral de Buenos Aires.
Juan María Gutiérrez al apreciar esa pieza de oratoria sagrada, ha dicho que bajo formas discretas y llenas de gala, Agüero justificó en ella de una manera concluyente y nueva la razón de la Independencia argentina; mostrando al mismo tiempo cuales eran las condiciones que la autoridad pública debía revestir en una sociedad llamada á vivir y progresar bajo el amparo de las austeras virtudes de la democracia. Esa oración se conservó inédita hasta que el mismo Gutiérrez la publicó en la Revista de Buenos Aires.