cuales consistían en que los expatriados acusaban de inacción al gobierno en presencia de la invasión portuguesa de la Banda Oriental.
Desde Baltimore, en los Estados Unidos, Agrelo envió una hoja suelta á sus amigos del Plata, en la cual formulaba á su vez, en un lenguaje apasionado y que descubría claramente sus padecimientos morales, la más formal protesta contra los desmanes del poder, y contra las acusaciones calumniosas que se habían hecho pesar sobre él.
No saltemos ciertamente cuando regreso del destierro, ni de qué medios se valió para permanecer en Buenos Aires, en los últimos tiempos del Directorio de Pueyrredón, pues aseguran algunos que en los años de 1818 á 1819 redactó un periódico titulado El Abogado Nacional. Sólo nos consta, que después de la caída de Pueyrredón (1819), Agrelo hizo publicaciones contra la administración de éste, y que algunas de ellas fueron insertadas en los periódicos del Padre Castañeda.
En 1820, según se dice, hubo de publicar un periódico que tendría por título La Ilustración pública con la flor y nata de la filosofía, y del