empleado un lenguaje demasiado apasionado, y á veces dejado guiar su pluma por la amargura de los recuerdos que torturaban su alma. Esas Memorias se conservan en poder de diversas personas; y en la forma definitiva que les dió el autor, ha publicado el Sr. Lamas, en 1851, un fragmento que comprende los hechos de la vida de Agrelo desde fines de 1810 hasta mediados de 1816.
« El doctor Agrelo, dice Florencio Varela, ha sido uno de los hombre públicos más laboriosos que ha tenido nuestro país; y el único, á conocimiento nuestro, que trabajó metódicamente por conservar recuerdos y monumentos auténticos de la historia nacional antes y después de 1810. — Escribió muchos volúmenes de Memorias suyas, acompañados de copiosos documentos, que si no pueden llamarse un cuerpo de historia, son, sin disputa, una preciosa colección de materiales para escribirla. »
Varela tenía en su poder, donados por el autor, siete volumenes de sus Memorias, escritos todos de su puño, y que contenían los siguientes trabajos: 1º Una célebre causa criminal seguida en