La tiranía fué la constante preocupación de su espíritu, y la ha maldecido en todos los períodos de su vida con el estro vigoroso de su privilegiado numen:
Gloria, nombre, virtud, Patria argentina,
Todo perece dó tu pie se estampa
Todo hacen polvo, en tu ambición de ruina,
Bajo el casco, los potros de tu pampa.
Y bien, Rosas, ¿después? tal es — atiende —
La pregunta de Dios y de la historia:
Ese después que acusa ó qué defiende
En la ruina de un pueblo, ó en su gloria.
Ese después fatal á que te reta
Sobre el cadáver de la patria mía,
En mi voz inspirada de poeta,
La voz tremenda del que alumbre el día.
Mármol supo interpretar admirablemente el más grandioso de los acontecimientos de la edad moderna, y el pensamiento que inspiró el genio de Colón.
La composición que escribió sirviéndole de título el inmortal Genovés, es una de las piezas de más mérito de su obra poética. Por la elevación de entono y la novedad de los pensamientos, esta poesía será siempre leída con agrado.