jurarla: « Esta es la Constitución definitiva, verdadero símbolo de la unión perpetua de los hijos de la gran familia argentina, y que al fin vuelven á encontrarse en este lugar en días más serenos para abrazarse como hermanos bajo el amparo de una ley común... Esta Constitución satisface vuestras legítimas esperanzas hacia la libertad y hacia el bien; ella es la expresión de vuestra soberana voluntad, porque es la obra de vuestros representantes libremente elegidos; es el resultado de las fatigas de vuestros guerreros y de las meditaciones de vuestros altos pensadores, verbo encarnado en nosotros; es la palabra viva de vuestros profetas y de vuestros mártires políticos. »
El 5 de marzo de este mismo año había tenido lugar en la ciudad del Paraná, residencia de los Poderes públicos de la Confederación, la trasmisión constitucional del mando, que por primera vez se practicaba en el país. El general Urquiza tuvo por sucesor en la Presidencia al doctor don Santiago Derqui.