Página:Voz del desierto (1907).djvu/204

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ya muy aventurado ir tomando al pie de la letra esa atrevida paradoja, de que un hijo no debe perdonar nunca á su padre el atentado de haberle enseñado á leer.

Huir de la naturaleza parece ser la consigna civilizadora.

Es verdad que en los Colegios se presta ahora atención á los ejercicios físicos; pero estos se reducen al anhelo inglés de rivalizar con los potros en agilidad para cocear.

Los Andes que debian ser el gran gimnasio de la juventud americana, todavia son patrimonio exclusivo de bandoleros y guanacos.

A las generaciones nacientes debía imponerse esa peregrinación anual, como medio único para reconciliarlas con el sol americano y devolver á la sangre de la raza sus remotas claridades. Como en las planchas litográficas, con química de luz solar debia el pais rubricar los corazones.

Las fiestas andinas que los Incas consagraban á la pubertad, debian restablecerse.

El libro nos desarraiga, nos falsifica y nos deforma.

Por ejemplo: Cuando llegamos al Colegio