Parnaso español 045
¡Cuántas manos se afanan en Oriente
examinando la mayor altura,
porque en tus dedos, breve coyuntura,
con todo patrimonio, esté luciente!
¡Cuánta descaminada ciega gente
tiene en poco del mar la saña dura,
sólo para que adorne tu locura
rubia calamidad, púrpura ardiente!
¡Cuánto pirata de Noruega, atento
ministro de tu gula, remontado,
despuebla de familia alada el viento!
¡Cuánto engaño de cáñamo anudado
tiene el golfo, inquiriendo su elemento
al pasto delicioso del pecado!