Parnaso español 059
Apariencia
El barro, que me sirve, me aconseja,
y el golpe, no el ladrón, me le arrebata;
no pudo el Potosí guardar la plata,
ni el mar, que ondoso y próvido le aleja.
Del no guardarla yo, docto me deja
bien la ambición, a mi quietud ingrata,
cuando, con menos susto, se desata
el natural sustento en una teja.
Pues tiene el vituperio por salida
el pedir, avergüéncense en la entrada,
cuando tan poco ha menester la vida.
Mas si el pedir es fuerza no excusada,
quiero pedirme a mí que nadie pida,
primero que pedir a nadie nada.