Parnaso español 223
Apariencia
Quédate a Dios, Amor, pues no lo eres;
que servir a quien sirve es vil locura.
Esclavo eres de Lisi en prisión dura,
¿y qué te sirva yo de esclavo quieres?
Ni templo habites ni holocausto esperes,
pues yaces, sacrificio a la hermosura
de aquella vista que me abrasa pura,
donde, ardiendo, con flechas y arco mueres.
El virote, que fue peso a tu aljaba,
en tu cuello te muestre fugitivo,
de humana majestad, deidad esclava.
Cierra el palacio, en otro tiempo altivo;
forje grillos tu padre, que forjaba
para tu enojo el rayo vengativo.