Ir al contenido

Parte de San Martín: Combate de San Lorenzo

De Wikisource, la biblioteca libre.



Parte del Coronel de Granaderos á caballo D. José de San Martin al Superior Gobierno.


EXMO. SEÑOR.

TENGO el honor de decir à V. E. que en el dia 3 de febrero los granaderos de mi mando en su primer ensayo han agregado un nuevo triunfo à las armas de la patria.

Los enemigos en número de 250 hombres desembarcaron á las 5 y media de la mañana en el puerto de San Lorenzo, y se dirigieron sin oposicion al colegio de San Carlos conforme al plan que tenia meditado en dos divisiones de à 60 hombres cada una: los ataquè por derecha è izquierda, hicieron no obstante una esforzada resistencia sostenida por los fuegos de los buques, pero no capaz de contener el intrèpido arrojo con que los granaderos cargaron sobre ellos sable en mano: al punto se replegaron en fuga à las baxadas dexando en el campo de batalla 40 muertos, 14 prisioneros de ellos, 12 heridos sin incluir los que se desplomaron, y llevaron consigo, que por los regueros de sangre, que se ven en las barrancas considero mayor número. Dos cañones, 40 fusiles, 4 bayonetas, y una bandera que pongo en manos de V. E. y la arrancó con la vida al abanderado el valiente oficial D. Hipolito Bouchard.

De nuestra parte se han perdido 26 hombres, 6 muertos, y los demas heridos, de este número son: el capitan D. Justo Berinudez, y el teniente D. Manuel Diaz Velez, que abanzandose con energía hasta el bordo de la barranca cayó este recomendable oficial en manos del enemigo.

El valor è intrepidèz que han manifestado la oficialidad y tropa de mi mando los hace acreedores à los respetos de la patria, y atenciones de V. E.; cuento entre estos al esforzado y benemerito parroco Dr. D. Julian Navarro, que se presentó con valor animando con su voz, y suministrando los auxilios espirituales en el campo de batalla: igualemente lo han contraido los oficiales voluntarios D. Vicente Marmol, y D. Julian Corvera, que à la par de los mios permanecieron con denuedo en todos los peligros.

Seguramente el valor e intrepidez de mis granaderos hubieran terminado en este día de un solo golpe las invasiones de los enemigos en las costas del Paraná, si la proximidad de las bajadas no hubiera protegido su fuga, pero me arrojo a pronosticar sin temor que este escarmiento será un principio para que los enemigos no vuelvan a inquietar a estos pacíficos moradores.

Dios guarde à V. E. muchos años.


San Lorenzo Febrero 3 de 1813.-


Jose de San Martin.