Parte oficial de la toma de Martín García (1813)

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Exmo. Sr.—Hallandome guarneciendo el pueblo de las Vivoras y sus costas con una partida de 18 Dragones, tube noticia que al Puerto de las Vacas habian arribado tres Corsarios nuestros, cuyo Comandante me hizo presente su comision, que no discrepaba de la que por parte de mis inmediatos Xefes tenia, con cuyo motivo dispusimos el atacar la Isla de Martin Garcia, combinando nuestras operaciones militares adaptadas á la perfeccion de cada uno. La noche del seis me hice á la vela con toda mi Partida, y dos marineros de los Corsarios, y con quienes sali comboyado, pero arreciando el viento, nos dividimos involuntariamente y me encontré á las 3 de la mañana del dia siguiente en la costa de dicha Isla. Viendome con tan poca fuerza, quize retirarme por no exponer tan temeraria accion, el viento me lo impide, y me encuentro en la precision de atacar; dispongo mi fuerza, y executo el desembarco, dirigiendome al Pueblo con el auxilio de dos Paraguayos (que encontre en el monte) y estos nos pusieron en las inmediaciones de las centinelas: sorprendí una de ellas, y me dice que la fuerza que nos esperaba era de 70 hombres con tres piezas de artilleria de calibre de á 2, señalandome el punto donde estaban apostados, al que avanze, y mandé al bravo Sargento Bartolo Mondragon, cargar sobre la Artillería que consiguió felizmente mientras yo estaba estorbando la reunion de los enemigos sosteniendoles el fuego de fusil: como estaba favorecido de la noche, no pudieron graduar mí fuerza, por que el vivo fuego de mis valientes soldados y las distintas voces aparentes que daba no se lo permitia, y vergonzosamente huyeron, (como lo tienen de costumbre) unos á los Buques, y otros al monte, y los pocos que se sostubieron, fueron completamente rendídos. Los despojos de esta accion son los que manifiesta el adjunto estado: de nuestra parte ha sido herido gravemente el cabo Luis Gomez, y de los contrarios dos muertos y varios heridos. Luego que amaneció me mantube en expectacion y á observar las operaciones de los que profugaron: los que se habian reunido á los buques me hicieron fuego de canon que duró todo el tiempo que tardé en aprontar la arti- lleria apresada, y contestarle con cuya resolucion picaron cables, y se hicieron á la vela. Considerando que mi permanencia en dicha Isla me era imposible por la poca fuerza con que me hallaba dotado, tomé la resolucion de apoderarme de una Balandra que se hallaba mas ínmediata al Puerto en la que me embarque con mi piquete, el cura y varios particulares que me suplicaron los hiciese embarcar por hallarse allí sufriendo el duro yugo del despotismo: emprenhendí mi navegacion para mi destino, lo que me fue imposible efectuar por el viento contrario, de suerte que me vi en la necesidad de dirigirme á ésta. V. E. graduará que el recomendable merito del Sargento y cabo herido, con el de todos los soldados á quienes he tenido el honor de mandar ha sido distinguido, pues á la braveza de éllos, y á la gran subordinacion con que se hallan educados, se les debe el feliz exito de esta acción. —Dios guarde á V. E. muchos años. Buenos Ayres 9 de Julio de 1813.

—José Caparros.

—Excmo Supremo Poder Executivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.