Plenitud/XV (Yo no te digo...)
Yo no te digo que la Esfinge no se levante la desembocadura de todos los caminos: lo que te digo es que, aunque aparentemente torva, la Esfinge tiene piedad de nosotros. Yo no te digo que no haya más dolores que alegrías: lo que te digo es que los dolores nos hacen crecer de tal manera y no dar un concepto tan alto del universo, que después de sufridos no nos cambiamos por todas las alegrías de la tierra. Yo no te digo que no haya hombres malos y mezquinos: lo que te digo es que son hombres inferiores, hombres que no comprenden todavía, almas subalternas a quienes debemos elevar, seres oscuros que no saben dónde está la luz y con los cuales una caridad lúcida, paciente, blanda, todo lo puede. Yo no te digo que la riqueza se un mal: lo que te digo es quien vive, simplemente, en divorcio total de las vanidades siente que le nacieron alas. Yo no te digo que el amor no haga daño: lo que te digo es que esto resuelto a amar mientras viva, amar siempre, siempre... Siempre.