Pocos tercetos escritos a un amigo
Ir a la navegación
Ir a la búsqueda
Mientras estáis allá con tierno celo, de oro, de seda y púrpura cubriendo el de vuestra alma vil terrestre velo, sayo de hierro acá yo estoy vistiendo, cota de acero, arnés, yelmo luciente, que un claro espejo al sol voy pareciendo. Mientras andáis allá lascivamente con flores de azahar, con agua clara los pulsos refrescando, ojos y frente, yo de honroso sudor cubro mi cara y de sangre enemiga el brazo tiño cuando con más furor muerte dispara. Mientras que a cada cual con su desiño urdiendo andáis allá mil trampantojos, manchada el alma más que piel de armiño, yo voy acá y allá puestos los ojos en muerte dar al que tener se gloria del ibero valor ricos despojos. Mientras andáis allá con la memoria llena de las blanduras de Cupido, publicando de vos llorosa historia, yo voy aca de furia combatido, de aspereza y desdén, lleno de gana que Ludovico al fin quede vencido. Mientras cual nuevo sol por la mañana todo compuesto andáis ventaneando en haca, sin parar, lucia y galana, yo voy sobre un jinete acá saltando el andén, el barranco, el foso, el lodo, al cercano enemigo amenazando. Mientras andáis allá metido todo en conocer la dama, o linda o fea, buscando introducción por diestro modo, yo reconozco el sitio y la trinchea deste profano a Dios vil enemigo, sin que la muerte al ojo estorbo sea.