Por ti suspiro
Cuando en la nube de aromas
Que te circunda, respira
El alma a tus pies de hinojos,
Reina y cautiva,
Tus bellos ojos
Húmedos miro,
Porque te llegan
Ecos perdidos
De los sollozos
Del pecho mío;
Por ti solloza,
¡Por ti suspiro!
Si tus canciones escucho
En delicioso embeleso,
De mis montañas natales,
Oigo los vientos;
De sus turpiales
Alegres trinos
En las auroras
Del blondo estío.
¡Ay! ¡Canta! ¡Canta!
Para mi alivio,
Que sólo entonces
Por ti suspiro.
Cuando gozosa o doliente
Tu pudibunda mirada,
Toda mía... los anhelos
Oyes de mi alma,
Quejas y celos,
Castos desvíos,
Glorias y dichas,
Dulces delirios
Hay en tus ojos...
¡Dímelo, dilo!
¿Por qué suspiras Cuando suspiro?
Triste, anheloso y errante
Recorro lejanos climas,
Y en ti pienso si la aurora
Luce del día;
En ti si dora
Los montes níveos
O moribundo,
Lagos tranquilos
En los desiertos
De mi camino;
Y en ti pensando,
¡Por ti suspiro!
En la corona de Bardo
Que así en mis sienes admiras,
Bajo las flores fragantes
Punzan espinas:
De oro y diamantes
Otras no envidio
Que en sangre bañan
Reyes altivos:
Tú eres la gloria
Y el bien que ansío
Y por ti siempre
Velo y suspiro.
Crueles dolores agotan
Lo que de vida me queda,
Y acaso tumba me niegue
La patria tierra...
Quizá no llegue
Allí a mi oído
Tu voz amada...
Mas cuando en fríos
Y hoscos inviernos
También marchitos
Estos follajes...
Aquí, bien mío,
Oirás de mi alma
Tristes suspiros.
1880