Proclama de “Carlos V, Rey de España, a sus amados vasallos” (1833)

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Realizada aún en Portugal el 15 de octubre de 1833.

Bien conocidos son mis derechos a la corona de España en toda la Europa y los sentimientos en esta parte de los españoles, que son harto notorios para que me detenga a justificarlos; fiel, sumiso y obediente como el último de los vasallos a mi muy caro hermano que acaba de fallecer, y cuya pérdida tanto por sí misma como por sus circunstancias ha penetrado de dolor mi corazón, todo lo he sacrificado, mi tranquilidad, la de mi familia; he arrostrado toda clase de peligros para testificarle mi respetuosa obediencia, dando al mismo tiempo este testimonio público de mis principios religiosos y sociales; tal vez se han creído algunos que los he llevado hasta el exceso pero nunca he creído que puede haberlo en un punto del cual depende la paz de las monarquías.

Ahora soy vuestro Rey; y al presentarme por primera vez a vosotros, bajo este título, no puedo dudar un solo momento que imitaréis mi ejemplo sobre la obediencia que se debe a los Príncipes que ocupan legítimamente el trono, y volaréis todos a colocaros debajo de mis banderas, haciéndoos así acreedores a mi afecto y soberana munificencia; pero sabréis igualmente que recaerá el peso de la justicia sobre aquellos, que desobedientes y desleales no quieren escuchar la voz de un soberano y un padre que sólo desea haceros felices.

Octubre de 1833. – Carlos.