Pusieron los armígeros gigantes
Apariencia
- A San Cristóbal
- Soneto LXXXIV
Pusieron los armígeros gigantes un monte en otro por subir al cielo, que la soberbia, que produce el suelo, engendra pensamientos semejantes. Mas cuando de sus fúlgidos diamantes tocar pensaron el celeste velo, cayeron con Nembrod, y el fuego en hielo sepultó sus cervices arrogantes. Vos, Gigante divino, de otro modo subís al cielo, sin que el paso os tuerza para alcanzarle, la que más le impide; pues le tenéis sobre los hombros todo, que aunque el Reino de Dios padece fuerza no la consiente a quien sin Dios le pide.