Página:Torres Politica domestica.djvu/331

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

POLÍTICA DOMÉSTICA 329

conseguirlo, necesario le sería perder los hábitos que le he formado; yo los he creido buenos, amiga mía; nada de cuanto concierne á la educación mo- ral de mi hija me ha parecido indiferente, y he rocurado que todo influya favorablemente en ella; o cual no me ha sido difícil, porque desde que nació há sido mi alegría y el objeto de mis más preferentes ocupaciones; nunca se ha separado de mí, y, en una vida bastante activa, me parece que he podido encontrar medios de formar su carácter. No me lisonjeo de dar mucho desarrollo ás

igencia, pero creo no haber dejado que en ella


penetren ideas perniciosas.

Seguramente que las personas á quien yo la con- fiase, le inculcarían buenos principios; pero ¿sabrían de qué medios me he valido para dirigir á mi hija? Tendrán sus ideas, como yo tengo las mías; lo que me parezca preferente, quizás no lo será tanto para ellas, y querrán que María dé importancia á cosas á que no la he acostumbrado á hacer gran caso. De todos modos, oiría muchas cosas contrarias de las que ha oido hasta ahora, y paréceme harto di- ficil que uma de las dos educaciones no perjudicase á la otra. Además, se vería rodeada de jóvenes—bien educadas, de buen carácter, no lo dudo—,; pero en un colegio hay muchas, y yo no estaría en él para oir lo que pudiera no ser bueno y para rectificar lo