POLÍTICA DOMÉSTICA 335
funda en unos mismos gustos y en unas mismas ideas; por eso, á pesar de las rivalidades que los dividen, los artistas buscan á los artistas, los músi- cos viven en relaciones con los músicos, el literato procura la sociedad del literato. No hay rivalidad capaz de impedir el placer de comunicarnos con personas que nos entienden; por eso los miembros de una misma profesión se buscan, y en ella en- cuentran el inagotable manantial de sus conversa- ciones y el interés que les une. 'Si semejante medio de unión no se halla en el hogar doméstico, es probable que el marido que no haya cultivado nin- guna habilidad recreativa, estimará las de su mujer; gustará de los placeres propios de las diversiones caseras, Ó concentradas en un pequeño círculo de familias amigas; gozará, con suma complacencia, de los dones naturales que el ejercicio de las artes amenas perfecciona, y de la cultura intelectual y estética que ese mismo ejercicio promueve; y estas gratas impresiones que en él producirá su esposa, reanimarán el sentimiento del encanto que el hábito suele adormecer; y la monotonía no invadirá la vida doméstica, pues la dulzura y la jovialidad se man- tendrán por sí mismas: los niños bailarán al són del piano de la madre, se distraerán con los dibujos que ella les haga, aprenderán á imitarlos, se habituarán á la exactitud y finura de las percepciones, y adqui-
