Ir al contenido

Relato de Hipólito Gutiérrez, soldado chileno en Chorrillos el 13 de enero de 1881

De Wikisource, la biblioteca libre.



Nota: Los errores ortográficos y la sintaxis de los siguientes documentos no son errores de digitación; los documentos han sido transcritos tal y cual fueron escritos por sus respectivos autores. Por favor no modificar las faltas ortográficas ni los modismos.



Cesaron los fuegos por el valle, se sentían varios tiros, pero eran los nuestros que más adelante matando cuantos pillaban. Los que se merecieron escapar se arrrancaron y botaban los rifles. Se sosegó el combate y los reunimos todos los que habíamos por ai auna ecequia de agua que corría, pero la agua iba colorada de sangre de los cuerpos muertos que habían adentro. Esto viene a ser como a las diez y media del día (59) cuando se cortó el combate, pero ai no más para Chorrillos sigueron pegando los demás compañeros porque en Chorrillos se estaban reuniendo todos los que se estaban arrancando (60). Estuvimos como dos horas y salimos de ai para Chorrillos como entre las doce y las once del día (61) y muchos regimientos más y de los otros regimientos iban pisando torpedos y rebentaban, caían y tres, cuatro soldados y a nosotros tuvimos la suerte del que no los tocó ninguno hasta que empezaron a conocer adonde estaban los torpedos y les ponían señas para que no pasasen otros regimientos a fatalizarse o les dejaban centinelas al polvorazo. Quedaron esas trincheras de cholos muertos sin ponderar nada quedaron hecho pila todos con las cabezas destapadas adonde asomaban las cabezas no más en las trincheras y chilenos pocos, uno que otro, y así sucesivamente. Seguimos la marcha para Chorrillos, por todo el camino cholos muertos, por las ecequias, por los montes, por todo el valle, chilenos bastantes tambien, pero los heridos eran más, unas casas grandes, enclausuradas, se llenaron ai en San Juan de heridos y de cautivos (62).

Como a la una hubo otro ataque bien grande en Chorrillos. Ai murieron bastantes chilenos. Era la causa del que de adentro de las casas nos tiraban a traición (63) y así que dentrábamos para dentro de las casas y se acababa con cuantos se hallaban. Y de Lima llegaron como cinco mil en las máquinas y los hicieron guerra. Esos cuase los acabamos todos y los que no se mataron se Cautivaron. Se cautivaron coroneles, capitanes, mayores y oficiales peruanos, en fin todos en general, y los que no se podían hallar en las casas se les prendieron fuego a todas las casas, es decir a todo el pueblo. Ya se sosegó el combate y el puerto prendiéndose y los den tramos aun cuartel de alto bien bonito que había. Aese no se le prendió fuego porque sirvió de hospital; se llenó esa tarde de heridos y de cautivos y el regimiento Esmeralda y el regimiento Chillan estábamos ai juntos y muchos soldados y oficiales de otros cuerpos entreverados con nosotros. Ai alojamos esa noche, el puerto toda la noche ardiendo y los soldados para (a)lia y para acá, muchos de uno y otro cuerpo andaban todos revueltos haciendo y buscando que comer, porque todo el día no habían comido cosa alguna (64). Harto se encontraba que comer, hasta comidas hechas, pero no se hacía fuicio, no había tiempo esa noche. En Chorrillos se mataron muchos chilenos unos con otros solos que andaban haciendo lo (que) querían (65) y al otro día salieron comisiones a buscar a todos los soldados que andaban solos, sin orden, y se encontró mucho más muertos que los que habían quedado ese otro día antes y era que se habían muerto unos con otro en la noche.